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Para no prescindir de las frutas tropicales

Elevar los niveles de producción de frutas incidirá de manera directa en elevar la calidad de vida de las personas por alimentación y una consecuente disminución de los índices de enfermedades cardiovasculares, obesidad, anemia y otros pedecimientos. Foto: Rafael Martínez
Elevar los niveles de producción de frutas incidirá de manera directa en elevar la calidad de vida de las personas por alimentación y una consecuente disminución de los índices de enfermedades cardiovasculares, obesidad, anemia y otros pedecimientos. Foto: Rafael Martínez

Lianet Suárez Sánchez

El creciente arribo de turistas al país y el incremento de factores de riesgo en la población, como la obesidad y la anemia son, entre otros, temas que deben tenerse en cuenta a la hora de hacer los análisis acerca de la producción de frutas tropicales y su disponibilidad en los diferentes mercados.

Hoy los campos aportan menos de la tercera parte de ese alimento que se demanda y aún cuando las cifras declaran un discreto crecimiento estas continúan siendo insuficientes.

Atendiendo al déficit en 2014 se consolidó el Movimiento político productivo de frutales, liderado por la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, ANAP,  que tiene como propósito acelerar la recuperación de esas plantaciones mediante la aplicación de diferentes alternativas y para lo cual fueron escogidas unas 100 bases productivas en 94 localidades.

En ese sentido el Programa de la Agricultura Urbana y Sub- urbana también dio respuesta a la problemática a través de la intención de asegurar en cada uno de los municipios al menos una cooperativa dedicada a estos cultivos, tarea que es chequeada y evaluada, dada la pretensión de lograr 20 variedades por unidad.

En Granma se instrumentan las directivas emanadas del movimiento para la recuperación de frutales; sin embargo existen determinadas trabas que urgen ser revertidas.

Como consecuencia el territorio no se autoabastece de esas producciones pues los mercados carecen de ofertas, sobre todo de variedades, en tanto en zonas específicas de la Sierra Maestra, cordillera al sur de la provincia, se pierden considerables volúmenes de frutas por falta de transporte, incumplimientos de los contratos y hasta por cierto grado de insensibilidad.

Allí, cada año, cientos de toneladas de cítricos, como toronjas, naranja agria, limas y otros, se descomponen en el suelo mientras en los pueblos y ciudades del propio territorio se encarece el acceso a estos.

En cuanto a las industrias se explotan al máximo pero no alcanzan a procesar toda la materia prima por el deterioro de sus líneas productivas. Durante la cosecha de mango, por ejemplo, solo utilizan unas cinco mil toneladas de las 19 mil que se acopian.

Que no sea la fruta prohibida

Según expresó a Trabajadores el ingeniero Jorge Luis Granados Álvarez, miembro del Consejo Técnico Asesor de Frutales, lograr que se obtengan los volúmenes suficientes de frutas  para la población, la industria y el turismo, incluso para la exportación, depende también de la importancia que se le dé a los bancos de yemas y a los viveros tecnificados.

El ingeniero Granados ha dedicado más de 30 años a a las labores agrícolas y se le considera un amante de la fruticultura por sus amplios conocimientos. Foto: Rafael Martínez

“Hoy contamos con el Vivero Provincial de Frutales en el municipio Bayamo que, en área, es el más grande del país y sin embargo está sub- utilizado: produce unas 200 mil posturas por año cuando tiene capacidad para sobrepasar los dos millones en igual período. Pero carece de infraestructura, aún cuando estas condiciones se establecen como prioridad en las directivas de trabajo emitidas por el Ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, en noviembre de 2012.

“Trabajamos con mucho sacrificio y por eso tenemos buena aceptación. Productores que estaban descapitalizados ya han mejorado los rendimientos pues cuando se trabaja con tecnología y posturas de calidad, la fruticultura resulta una actividad atractiva y rentable.”

Para Gustavo Rosales Muñoz, presidente de la CCS Clemente Ramos, de Bayamo, la producción de frutas  es una necesidad, de ahí que en su cooperativa, aún con escasos recursos, se fomente tal cultivo.

“Contamos en la base con 31 asociados que se dedican a esta actividad específica y la pretensión es elevar las cifras en cada  cosecha para que se nos asigne una mini- industria la cuale podamos abastecer  y obtener distintos tipos de conservas. El problema es que recursos como los sistemas de riego  demoran en llegar y eso, indiscutiblemente, determina en el proceso de cultivo.”

Por su parte Leonardo Ramírez Capote, Especialista comercial de la UEB Frutas Selectas Granma, apunta hacia otra arista de problemática: “Nuestros mercados están desabastecidos de diversidades pues las más comunes son guayaba, fruta bomba o papaya, mango y plátano fruta; pero variedades como níspero, guanábana o anón no se expenden. Otras ni siquiera las generaciones más jóvenes las conocen, por ejemplo: el caimito.

“Estamos necesitados de hacer una labor significativa en nuestro territorio para rescatar las frutas tropicales. Ofertarlas al turismo será muy conveniente, máxime en estos momentos.”

El trabajo en los viveros es imprescindible para lograr productos de calidad. Foto: Rafael Martínez

Camino al andar 

“En la provincia Granma existen cinco bases productivas dedicadas al cultivo de frutas que integran el grupo de las 100 existentes en todo el país como parte de un acuerdo adoptado en el X Congreso de la ANAP”, explica Nolberto Zambrano Pérez, Jefe del Departamento de Cultivos varios de la Delegación Provincial de la Agricultura.

“Hace dos años la Empresa Nacional de Diseño de Proyectos Agropecuarios, ENPA, culminó los proyectos donde se tecnifican 65 hectáreas de cada una de ellas, que es a lo que hemos denominado fincas. La dificultad está hoy en la demora de los recursos, sobre todo los sistemas de riego, imprescindibles para determinados cultivos. Incluso las antiguas limitantes para conceder los créditos bancarios con destino al desarrollo de esta actividad fueron despejados.”

En Cuba se ha avanzado en la producción de otros surtidos que sustituyen importaciones excepto en la de frutas tropicales y, según avezados en el tema, estas pudieran clasificar como rublos exportables de alto potencial debido a que por sus características no se pueden producir en otros países.

Bondades

Las frutas contienen excelentes contenidos de agua por lo que son muy buenas para hidratar las células del cuerpo, sobre todo en nuestro país donde los niveles del organismo se deprimen por el calor y por tanto las células se ven afectadas. Tengamos en cuenta que el envejecimiento poblacional es una tendencia que puede llegar a ser irreversible.

Lo otro que contienen las frutas es vitaminas y minerales que son imprescindibles para reponer todo el metabolismo, por eso lo recomendable es comer al menos cinco raciones al día, explicó a Trabajadores el Dr. Leandro Rodríguez Vázquez, del Centro de Nutrición e Higiene de los Alimentos perteneciente al Instituto de Higiene, Epidemiología y Microbiología de Cuba.

“En las sociedades actuales resultan alarmantes los elevados índices de obesidad, carcinomas y enfermedades cardiovasculares. Estos pudieran minimizarse con el consumo adecuado de estos alimentos naturales”, agregó.

Para lograr los niveles de consumo de frutas, que conllevan a un aumento de la calidad de vida y la reducción de los factores de riesgo, es preciso incrementar ya los volúmenes de producción de estas en su rica diversidad así como valorar las políticas de precio de manera que la mayor parte de la población tenga acceso a ellas.

Podemos prescindir de otros alimentos, menos de las frutas.

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