Lejos de ser una semana libre en cuanto a temas beisboleros, la expectativa crece en la afición por varios temas: el juego contra el equipo Tampa Bay Rays (Los Rayos de Tampa Bay); el director del conjunto nacional para ese desafío, así como la preparación de los cuatro elencos clasificados para la postemporada, tras la selección de los últimos tres refuerzos.
Sobre esto último habrá tiempo para debatir, dado que los play off no se iniciarán hasta el 26 de marzo, en tanto no son pocos los lectores que nos preguntan sobre la calidad, valoración y trascendencia de los “rayos” que caerán sobre el Latinoamericano el próximo 22 de marzo en horario vespertino.
La franquicia que nos visitará llegó a la división Este de la Liga Americana en 1998 con otro nombre: Tampa Bay Devil Rays (Los Mantarrayas de Tampa Bay), que en 10 temporadas nunca promedió por encima de 500 en ganados y perdidos. Hay que decir que en su apartado aparecen cuatro conocidas formaciones: Blue Jays de Toronto, Yankees de New York, Orioles de Baltimore y Red Sox de Boston.
Sin embargo, desde el 2008 todo cambió, nombre y resultados. Por primera vez llegaron a 97 triunfos en la campaña —récord vigente para ellos— y tras ganar la Liga se anotaron la única presencia que archivan en la Serie Mundial, en la cual cayeron 4-1 con los Phillies de Philadelphia. En tres ocasiones más avanzaron a las series divisionales: 2010 y 2011, cuando cayeron ante los Rangers de Texas y en el 2013 frente a Boston.
En toda su historia han jugado como locales en el Tropicana Field, un estadio con capacidad para 42 mil aficionados y único parque del circuito de la Major League Baseball (MLB) que tiene techo, pero no es retráctil. Su nómina no es de las mejores pagadas si se compara con otras —presupuesto de 70 millones para el 2016—, en tanto cuentan con el director más joven, Kevin Cash, de 38 años y que afronta este año su segunda temporada como timonel.
Desde el despertar del 2008 hasta el 2015 conservan el cuarto lugar en victorias (707), solo por detrás de los Yankees de Nueva York, los Cardenales de San Luis y los Angelinos de Los Ángeles. En estos momentos celebran los entrenamientos de primavera con saldo de cinco éxitos y seis reveses hasta este domingo. Su fórmula ha sido clara: pitcheo abridor eficaz, defensa infranqueable y exprimir el máximo posible a cada uno de los jugadores.
Aunque no han anunciado todavía quiénes vendrán a La Habana, hombres como el antesalista Evan Longoria —novato del año en la Liga Americana en el 2008 y asistente al Juego de las Estrellas del 2010—, el jardinero Corey Dickerson, de reciente incorporación al equipo con credenciales de jonronero, así como el astro del box Chris Archer —ponchó a 252 en 212 entradas—, no deben faltar.
En los partidos celebrados hasta la fecha también han sobresalido: el guardabosque izquierdo, Desmond Jennings, (13-7), con siete empujadas, cinco dobles y un jonrón; el camarero Logan Forsythe (14-7), cuatro tubeyes y OPS de 1319; el torpedero Brad Miller (14-6), con tres remolques; el abridor zurdo Drew Smyly (dos victorias y apenas dos hits permitidos en seis entradas) y el relevista Andriese, Matt (impecable en cinco entradas, en las que enfrentó a 18 bateadores y retiró a un quinteto de ellos por la vía del ponche).
Por supuesto, en las próximas horas ya tendremos más detalles de los “rayos” que saldrán al Latinoamericano 17 años después que lo hicieran los Orioles de Baltimore. Ganar es la máxima en cualquier encuentro deportivo, pero debemos estar claros de que los visitantes asumirán el pleito como uno más de su pretemporada, con cambios constantes de lanzadores y una alineación titular que tendrá varios emergentes. ¿Lo haremos igual nosotros?
La historia guardará este duelo como el primero tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, pero quizás abra un camino más importante: el del respeto y la oportunidad a nuestros jugadores en la MLB, sin tener que renunciar a vivir en su país.