Si un punto a favor puede anotarse la edición 25 de la Feria Internacional del Libro en Cienfuegos, que finaliza este domingo, es la materialización de un programa que acerca la literatura a los centros de trabajo, estudio y penitenciarios y a las unidades militares.
Por ejemplo, en la universidad Carlos Rafael Rodríguez desarrollaron un conversatorio por el aniversario 130 de la abolición de la esclavitud, dirigido por el escritor Jesús Guanche, y en el Centro Nacional de Certificación Industrial (CNCI) presentaron la novela Tres cipreses, escrita por Alejandro García Rodríguez y editada por el sello Arte y Literatura.
También llevaron la literatura a la escuela primaria Guerrillero Heroico, la secundaria básica Ciro Sosa y la de oficios Joseph Tantete Dubruiller, adscrita esta última a la Oficina del Conservador de la Ciudad.
Quizás el gesto más solidario y humano de la Feria haya sido la realización de la peña titulada Entre luces y sombras, con la conducción del escritor Alexis García Somodevilla, en el centro penitenciario (para hombres) de Ariza y el encuentro con la autora Kryster Álvarez en el establecimiento mixto para mujeres ubicado en la zona de La Sabana.
Otro momento destacado fue le entrega de la Roseta de la Ciudad, máxima distinción que otorga la Dirección Provincial de Cultura a personalidades destacadas, a Jesús Fuentes Guerra, sobresaliente escritor cienfueguero.
La clausura está prevista para hoy en el Pabellón Infantil Tesoro de Papel con el espectáculo Las sobras de la buena pipa, con la animación de payasos, la actuación del proyecto de la Tía Rosa y sus pequeños, secciones literarias y el concurso Sabe más quien lee más, por la escritora Ana Teresa Guillemí.
