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Deporte para trabajadores: la mira en Riga 2017

Harald Bauer, presidente de la CSIT, asegura que el movimiento que lidera se universaliza poco a poco. Foto: Agustín Borrego.
Harald Bauer, presidente de la CSIT, asegura que el movimiento que lidera se universaliza poco a poco. Foto: Agustín Borrego.

La directiva de la Confederación Mundial de Deportes para los Trabajadores Amateur (CSIT, por sus siglas en francés) sostuvo en La Habana, hace apenas unos días, la más reciente reunión de su comité ejecutivo. El propósito principal del encuentro fue evaluar la marcha de los preparativos con vistas a los V Juegos Mundiales de los Trabajadores, a disputarse el venidero año en Riga, Letonia.

El grupo de visitantes, encabezados por el austriaco Harald Bauer, presidente de la CSIT, aprovechó la ocasión para fortalecer los lazos de amistad y cooperación con la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), y para intercambiar con autoridades del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER).

Bauer, apasionado del voleibol y el esquí, y graduado en Dirección Deportiva por la Universidad de Viena, reconoció su admiración por el saltador Javier Sotomayor y resaltó la calidad de nuestras figuras en atletismo, judo, béisbol, boxeo, lucha y otras disciplinas. Casi al partir de regreso a Europa, tuvo a bien ofrecernos sus valoraciones.

¿Por qué eligieron a la CTC como sede de esta sesión?

En el pasado nos relacionamos con una organización panamericana del deporte para los trabajadores, pero las dificultades económicas han impedido que los atletas del continente asistan a nuestros eventos. Entonces decidimos mostrar nuestra solidaridad y construir un puente de amistad entre la CSIT y la CTC. Además he querido mostrar a mis compañeros este país y su desarrollo deportivo.

¿Cuánta cercanía a nivel de valores hay entre la CSIT y Cuba?

Acá se hace todo lo posible por elevar el nivel de vida y la salud de los trabajadores. Y nosotros nos preocupamos por su bienestar físico y mental, enseñándoles cómo participar en lides justas, respetando la ética propia del deporte y la general. También luchamos contra el racismo y cualquier otro signo de discriminación.

¿Qué acuerdos emanaron de la reunión del comité ejecutivo?

Desde el 2008 celebramos algo así como los juegos olímpicos de los trabajadores. Ahora nos preparamos para la quinta edición en Riga. En el debate sentamos las bases para cursar las invitaciones y discutimos sobre fechas, actividades, escenarios y otros asuntos.

Lo más trascedente fue decidir acortar la duración del certamen de nueve a seis días, para favorecer que más personas intervengan. Esa medida significa que los interesados usarán menos recursos y días de sus vacaciones para poder competir.

Deseamos encontrarnos con muchos colegas sin que el objetivo primordial sea obtener la victoria, sino participar. Claro que todos quisiéramos alcanzar una medalla, pero lo fundamental es contar con representantes de diversas zonas geográficas, religiones, culturas, color de la piel, etcétera.

¿Cómo evaluaron la edición acogida por Lignano en 2015?

Fueron los mejores Juegos que hemos tenido. Siempre tratamos de crecer y allí todas las actividades y servicios resultaron estupendos.

Estamos hablando de una cita de gran envergadura…

En Italia tuvimos 5 mil participantes, imagínese garantizar el soporte logístico y técnico que eso requiere. El programa incluye 17 deportes oficiales, unos 20 de exhibición y acciones paralelas como seminarios, juegos no competitivos, conferencias de prensa y otros.

Cuba intervino por vez primera, a través de la CTC…

La delegación cubana disfrutó su participación, fue muy inteligente y con integrantes distinguidos, sobre todo en atletismo. Nos encantó la composición del grupo porque enriqueció sin duda el evento.

¿Por qué insisten tanto en el carácter amateur del certamen?

No permitimos la inscripción de profesionales, o sea de aquellos atletas que cobren salarios por la práctica de algún deporte o hayan actuado en ligas de alto nivel.

Además de los juegos mundiales existen competencias propias de algunas disciplinas. ¿Qué importancia poseen?

En 2016 tendremos campeonatos de tenis y ajedrez en México; de natación en Holanda y de petanca (bolas) en Túnez. De esa manera nuestras organizaciones más pequeñas pueden acoger citas que no reclaman tantos recursos financieros.    

¿Espera que Cuba pueda asistir también a Riga 2017?

Por supuesto. Y confío en que podremos ayudar financiando en lo básico esa participación. La CSIT es una institución grande y con recursos.

¿Qué tal las relaciones con organismos internacionales como el Comité Olímpico Internacional (COI) y Sportaccord?

Somos miembros de ambos. En abril próximo, por ejemplo, tendré una reunión con Tomas Bach, presidente del COI, para dialogar sobre la participación de los trabajadores en la comisión de Deporte para Todos. La CSIT es la única organización autorizada a utilizar el emblema de los cinco aros en sus competencias. Puedo asegurar que estamos bien posicionados a nivel mundial.

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