Luego de visitar este viernes el estadio Latinoamericano, sometido a un remozamiento de notable envergadura, no tengo la menor duda de que lucirá hermoso el venidero 22 de marzo, cuando Cuba y el equipo de Grandes Ligas Rayos de Tampa Bay se midan en un partido amistoso catalogado de antemano como histórico.
El propósito de los inversores y trabajadores es dejar listo el inmueble entre los días 15 y 17 de marzo, lo cual requerirá, eso sí, trabajo ininterrumpido en las jornadas venideras.
La directora de la instalación, Ana Rosa Núñez, explicó que se llevan adelante 26 tareas principales, entre las cuales destacan el acondicionamiento del terreno, el completamiento del techo del ala izquierda, la pintura exterior e interior, la reparación de las cabinas de transmisión para radio y televisión, la sustitución del acolchonamiento perimetral, la rehabilitación de locales internos como salones de protocolo y recibidores, y la ampliación de las torres de iluminación para ubicar bombillas LED importadas desde China.
Según explicó Noridis Rodríguez, inversora principal de la obra, unos 150 trabajadores acometen las acciones que vuelven un enjambre el famoso Coloso del Cerro, que embellece a la par del entorno en que fue erigido hacia la década del 40 del pasado siglo.
Según la funcionaria también se ejecutan acciones importantes en la reparación de unas 500 butacas de las alrededor de 1200 que posee el parque, se renuevan los bancos de tablillas ubicados en la amplia sección de gradas bajo techo, y se transforman notablemente los palcos principales dispuestos justo detrás del home play.
Igualmente se sustituyen las gigantografías que adornan las torres de iluminación, y se prevé dotar de comodidades jamás logradas a los dogouts de ambos equipos. Por fin, después de mucho tiempo, se rehabilitará la iluminación propia del graderío.
De seguro han quedado fuera de esta nota detalles sobre lo que sucede ahora mismo en el estadio insignia del país, pero es imposible abrazar en una sola visita todo el ajetreo que allí acontece. Sin embargo, en medio de la tensión por los preparativos, y del apremio por el tiempo exacto del que se dispone, la sensación de disfrute, compromiso y orgullo que se respira es enorme.
Noridis se refirió también a lo que sucederá tras el partido del 22 de marzo, o mejor dicho, luego de concluida la actual Serie Nacional. «Continuará el proceso inversionista con la sustitución total de la cubierta, el cambio del césped de los jardines, la reparación de dos baños públicos más (ya 4 están listos) y el acondicionamiento del local para el Salón de la Fama, entre otras acciones», indicó.
La directiva también informó que inversiones en materia tecnológica, a decir audio, pizarra, pantallas, etcétera, pudieran llegar el venidero año, como parte de la ejecución que comenzó con fuerza en el 2015 y se extenderá hasta el 2018, cuando debe quedar reluciente este templo beisbolero cubano.
Ahora bien, en medio del olor a pintura, el traqueteo de martillos mecánicos, el ir y venir de máquinas más y menos modernas, salen a relucir preguntas sobre el espectáculo mismo del día 22 de marzo. Y ahí las noticias son pocas todavía.
No se conoce con exactitud la hora del partido, ni la de apertura del estadio para el público, ni cómo se distribuirán las invitaciones para un suceso que tendrá encima las miradas de millones de personas en todo el planeta, no solo por la pasión del béisbol, sino porque el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, presenciará el encuentro.
Tampoco está confirmada la fecha de llegada del equipo visitante, o si la práctica u otras actividades previas serán abiertas al público. No obstante, esos y otros detalles se conocerán muy pronto, pues cientos de periodistas están tras las pistas.
Y ese es otro elemento importante que comienza a trascender: cerca de mil profesionales de la comunicación han hecho patente ya su deseo de cubrir el evento, que será transmitido por televisión gracias al ICRT y la cadena estadounidense ESPN deportes.
Sobre el equipo Cuba y su mánager nada se sabrá hasta el 7 de marzo. En cuanto a eso solo obtuvo este reportero risas de complicidad. ¿Tendremos sorpresas?
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo de la Universidad de La Habana (UH). Especialista en los deportes de boxeo, voleibol, lucha, pesas y otros. Cubrió los XV Juegos Panamericanos de Río-2007, los XXX Juegos Olímpicos de Londres 2012, la final de la Liga Mundial de Voleibol 2011 y otros eventos internacionales celebrados en Cuba. Profesor de Teoría en la Comunicación de la UH y la Universidad Agraria de La Habana. Imparte cursos de esta y otras materias en diversas instituciones del país como el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Ha obtenido premios y menciones en el Concurso Nacional de Periodismo Deportivo José González Barros.
Todos los comentarios de algunos fanáticos al béisbol que no están de acuerdo con VM32 para dirigir este elenco en el tope amistoso el día 22,solo fíjense en los resultados de los 5 últimos años del equipo de Matanzas que los sacó del lugar 14 a ser uno de los cuatro grandes de la pelota cubana debido a su esfuerzo y sin apartar su forma de ser que para muchos no es la adecuada, y solo digo para tener resultados hay que exigir al máximo para poder obtener el éxito de todo lo que el a logrado, se merece mucho mas que dirigir este equipo,porque sabe lo que hace en el terreno de juego.
La ultima palabra la dirán los peloteros para alcanzar la victoria, porque Víctor Mesa no va a batear,ni a lanzar,y mucho menos a jugar béisbol,el solo dará la instrucciones de juego y con su estrategia defenderá las 4letras CUBA.
y cuando cambiaron al director del latino que no me entere?