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Los diálogos de paz entre las delegaciones del gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) proseguirán hoy aquí, centrados en la definición de los términos del cese el fuego bilateral.
Con el objetivo de preparar condiciones para supervisar el cumplimiento de ese eventual acuerdo, que acercaría al país a la paz, expertos en planificación de Naciones Unidas (ONU) llegaron a Colombia según confirmaron el miércoles fuentes oficiales.
Ese organismo multilateral, de acuerdo con lo informado, coordinará una misión política con observadores latinoamericanos y caribeños, que contribuirá a verificar el silenciamiento de todos los fusiles y la dejación de las armas por parte de los guerrilleros, una vez que las partes decreten los acuerdos al respecto.
Asimismo, tal delegación integrará un mecanismo tripartito con presencia también de representantes del Ejecutivo y de las FARC-EP, los que buscan desde 2012 en La Habana una salida concertada al conflicto armado que sostienen desde hace más de medio siglo.
La víspera, el grupo insurgente manifestó optimismo con respecto a que 2016 podría ser el año del fin de la guerra.
En un comunicado leído por Iván Márquez, jefe de su delegación en la mesa de diálogo, indicó que están en un momento decisivo del proceso.
En tal sentido, reafirmó que su compromiso y decisión política es continuar avanzando con todo su empeño hacia la firma de un acuerdo final, que inicie la compleja etapa de «Fin del conflicto» e implementación de todo lo pactado.
Las FARC-EP subrayaron además su postura de que el Acuerdo Final debe gozar del más amplio respaldo del pueblo colombiano.
Precisamente, el mecanismo mediante el que la ciudadanía refrendará lo consensuado en La Habana es un punto espinoso en la agenda de las conversaciones, el cual se espera sea dilucidado en el presente ciclo o en los más inmediatos.
El gobierno del presidente Juan Manuel Santos da preferencia a un plebiscito popular, mientras que la agrupación guerrillera reclama la celebración de una Asamblea Nacional Constituyente.
Hasta el momento, las rondas de diálogos han permitido que las partes concilien posturas en temas como reforma rural integral, participación política, combate a las drogas ilícitas y reparación a las víctimas del conflicto, como consecuencia del cual han muerto unas 300 mil personas.
