Dos refranes, ese que asegura que en la unión está la fuerza, y el otro, también muy conocido, que alerta a estar juntos, pero no revueltos parecen cumplirse luego de la estructuración, hace dos años, de la empresa textil Luís Augusto Turcios Lima.
Su creación partió de fusionar tres antiguas empresas -Sarex Villa Clara, BelloTex en Matanzas y Texoro en Granma-, ahora unidades empresariales de base (UEB), y respondió al reordenamiento emprendido en el país en diferentes ramas con encargos afines.
Aunque el cambio tuvo resistencia ha sido positivo por los resultados económicos posteriores a la fusión. Estas tres entidades no cumplían sus planes productivos desde hacía un lustro y la granmense durante más de una década. El mismo año de la refundición -2014- lograron cumplir el encargo estatal y lo pactado con los organismos, así como los planes en unidades físicas y en valores.
Además obtuvieron estos resultados con eficiencia, tanto de manera individual cada UEB como de forma integral la empresa, los que se repitieron en el 2015 y se mantienen en lo que va de 2016. Resalta también el rescate de producciones tradicionales y el aumento del salario medio de los trabajadores. Significativamente Sarex Villa Clara obtuvo el pasado año 52 millones de sacos de polipropileno, la mejor producción de su historia.
Esta empresa produce variados renglones, entre ellos sacos de polipropileno para el envase de alimentos, cobertores de casas de tabaco, frazadas de pisos y colchas de frío, sogas, sacos de yute para el café y cacao.
El desamarre
Desde su creación, la nueva empresa Luís Augusto Turcios Lima comenzó a andar con soltura y hacer uso en su gestión de las facultades que en el contexto de la actualización del modelo económico cubano se le ha dado al sistema empresarial.
Tanto sus unidades de base como la empresa en su integralidad hacen uso de la potestad, luego de cumplir con el encargo estatal, de llevar sus excedentes al mercado mayorista, a precios de oferta y demanda y además manejar sus utilidades, después de cumplir el impuesto sobre éstas, decidir sus inversiones, etc.
“La planificación es decisiva, declaró Javier Acosta, director general. “Para cumplir mes tras mes ha sido capital el apoyo de la Organización Empresarial Superior de Dirección Estatal (OSDE), en este caso Gempil, (grupo de la industria ligera), que desde el 2013 garantiza con un semestre de antelación la materia prima, ese escalonamiento es decisivo para la estabilidad del ciclo de los inventarios mínimos operacionales y elaborar eficientemente cada renglón, a esto se suma el suministro de las piezas de repuesto para las reparaciones establecidas y el resto de la logística del flujo productivo”, precisó.
“En las tres UEB se han ejecutado inversiones como compra de bebederos, ventiladores, mobiliario con el propósito de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores de acuerdo a las necesidades de cada una de ellas, y el valor agregado bruto ha sido posible lograrlo a partir de las propias ideas de los trabajadores y con el rescate de producciones tradicionales como los estropajos que produce Texoro, sogas y cordeles para el programa agropecuario, frazadas de pisos, bayetas de pulir.
Las producciones secundarias derivadas de la fundamental se vende a terceros, en particular al Mincin a precios pactados, las riquezas creadas se distribuyen de forma descentralizada a través de la resolución 17, de ahí que estemos juntos pero no revueltos…La descentralización comienza en las UEB, las que pueden distribuir sus ingresos luego de cumplir sus planes siempre y cuando la empresa de forma total tenga resultados positivos.
En Sarex todo se aprovecha
Alejandro Abeal teje cordeles que forman parte del valor agregado de Sarex. Esto no hubiera sido posible sin la colaboración y el ingenio del movimiento anirista que confeccionó una máquina para este fin. “La materia prima que se utiliza proviene de la producción no conforme y este cordel o soga es el que se vende al Mincin, eso nos da solvencia económica”, aseguró convencido de que lo que se recibe por este renglón ayuda a aumentar el salario del colectivo.
De igual manera Alexei Álvarez y Mario Lugo recuperan otros desperdicios, incluso los sacos donde viene la materia prima, los cuales se reciclan y se obtiene con ellos granulado para resina de polipropileno que se utiliza en el programa destinado a los herrajes hidráulicos plásticos de la industria local.
“Con esta variante estamos recibiendo buenos ingresos y a su vez otros tienen con que trabajar y solucionar un problema prioritario en el país”, acotaron convencidos.
Asimismo las frazadas de piso que no quedan parejas se empatan y se venden a precios pactados, “aquí en Sarex todo se aprovecha”, comentaron satisfechos otros operarios.
“Estas son ideas que aportaron los trabajadores en las asambleas de afiliados”, expresó Ricardo Hernández, secretario del buró sindical de la UEB SAREX, de Villa Clara.
A Ricardo le dicen El Mago, los que lo conocen aseguran que sus habilidades casi hechiceras las aplica para dirigir el sindicato de esta UEB. “Los magos son los trabajadores que cuando sueltan su imaginación hacen maravillas, la inteligencia colectiva hace milagros, el sindicato tiene que exigir cultura industrial y no permitir que las administraciones derrochen, porque la mayoría de las veces el problema no es de recursos, sino que faltó eficiencia en la contratación, no se compró la materia prima adecuada, tampoco los recursos necesarios para cumplir el plan, estas son cuestiones del pasado aquí, aunque siempre hay preocupaciones como las expuestas en la reciente asamblea del plan y presupuesto referidas a mantener el ritmo de arribo de la materia prima y la adquisición de las piezas de repuestos para no sorprendernos ante roturas imprevistas”, precisó.
“Sarex se ha recuperado, ha vuelto a ser un centro insigne, único de su tipo en el país. El actual cambio de estructura ha sido favorable. Ese despegue tiene que ver con la eficiencia productiva y el control que se está experimentado y la oportuna asimilación de las ideas de los trabajadores”.