Bien distante del producto interno bruto (PIB) de las grandes potencias deportivas, Cuba se mantiene entre las mejores 16 naciones del concierto mundial si nos atenemos a lo ocurrido en los últimos Juegos Olímpicos de Londres 2012. La ecuación parece muy difícil de explicar en medio de las limitaciones económicas que sigue viviendo el país, pero es posible.
Para el doctor Antonio Becali Garrido, titular del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), se trata de una clara expresión de voluntad política de la Revolución, que creó y jerarquizó las condiciones necesarias para afianzar un sistema inclusivo, al alcance de todos, que permite detectar y desarrollar a los atletas en cualquier rincón del territorio nacional.
Entre las principales fortalezas no se puede dejar de mencionar haber consolidado un capital humano probadamente preparado, que sin disponer de los materiales abundantes que tienen otras naciones, aprovecha los disponibles al máximo.
“Nuestros resultados demuestran que no solo se trata de poseer recursos económicos, sino que es imprescindible intencionalidad en su administración, porque sin educación física o seguimiento especializado gratuitos, por solo mencionar dos ejemplos, sería imposible disponer de miles de niños y jóvenes capacitados para encauzar sus aptitudes”, argumentó Becali.
Al recordar que en la cita olímpica londinense Cuba aventajó a 10 de las 20 primeras potencias del planeta en cuanto al PIB, el dirigente apuntó que “eso responde a la concepción no elitista de un sistema deportivo sostenido por el Estado, incluso en medio de los más duros momentos de la economía”.
Por supuesto, un fortalecimiento de esta —como el 4 % de crecimiento del pasado año—, beneficiaría al sector, aunque la mayoría de las fuentes consultadas aseguran que el reto mayor es incrementar la contribución al país y al pueblo.
Sobre la cifra a emplear para la preparación de la delegación hacia los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro pudimos conocer que este año se asumió la recta final del trabajo con poco más de 2,6 millones de dólares, bien distante de lo divulgado por otros sobre lo destinado a esta actividad en el 2015: EE.UU. mil millones, Brasil 842,4 millones, México 233 millones y Chile 213 millones.
“El propio diseño de nuestro sistema tiene como otro elemento positivo que su pirámide de alto rendimiento se estructura desde la base y se planifica a largo plazo, así que la llegada a unos Juegos Olímpicos se convierte en respuesta a muchos años de esfuerzos del Estado. No obstante, los atletas cubanos se encumbran al más alto nivel con apoyatura económica que pudiera parecer increíblemente baja para otras naciones”, refirió Becali.
Vale recordar que nuestro deporte no es solo competición, sino que en apego a su filosofía humanista y de bienestar para la población genera calidad de vida desde los muchos programas que proporcionan ejercitación y recreación sana, lo cual —enfocado desde el punto de vista económico— también deja un favorable impacto.
Finalmente, Becali expuso que el INDER produce ingresos por alrededor de 85 millones de dólares, desde frentes como la colaboración internacional, la organización de eventos, bases de entrenamientos y acciones de superación. “Sin embargo, más allá de lo que estamos llamados a fortalecer sobre la base de creatividad y pensamiento colectivo siempre prevalecerá el agradecimiento por la prioridad de que hemos sido centro”.
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