Razonamientos desde bases objetivas en torno a aciertos y deficiencias del trabajo sindical caracterizaron el balance anual de la Central de Trabajadores de Cuba en la provincia de La Habana, presidido por Salvador Valdés Mesa, vicepresidente del Consejo de Estado.
Amplio intercambio de criterios suscitó lo relacionado con la Resolución 17, del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Según el informe a la reunión presentado por Luis Manuel Castanedo, secretario general de la CTC capitalina, “se aprecia mucho desconocimiento y poco dominio de las direcciones administrativas y sindicales, lo que ha provocado improvisaciones con impacto negativo en no pocos colectivos”.
En opinión de Romilio Salazar, secretario general del Sindicato del Transporte y Puertos en el territorio,” es un documento para estimular la productividad “ y agregó que en la mayoría de las empresas del sector hay un reglamento para ponerla en práctica
Al decir de Natalia Medina Benitez, secretaria general del Sindicato provincial de las Ciencias,” la aplicación de la 17 no puede salir bien sin asegurar aspectos como la correcta organización de la producción, el aseguramiento técnico material y un adecuado diseño del sistema de pago; ahí está el papel del sindicato pues en la medida que tengamos cuadros más preparados habrá mejores condiciones para que tales cosas se logren”.
Desde su experiencia como sindicalista en el puerto capitalino Silverio Ruíz Sáenz, alertó sobre la necesidad de garantizar y fortalecer la guardia obrera y no solo pensar que hay agentes de seguridad y protección en el lugar.
Armando Alvarez, secretario general del buró sindical en Antillana de Acero –la mayor siderurgia del país- se refirió a los crecimientos alcanzados en la producción de acero y laminados al cierre del 2015, aunque en ambos casos no se cumplió el plan del año. Luego de etapas con pérdidas, la empresa obtuvo utilidades al y se dio continuidad al proceso inversionista que incluye la modernización de una subestación eléctrica de 220 kv prevista su terminación en el actual semestre.
De interés resultó la intervención de Jorge Gútiez Sánchez, representante del área de trabajadores no estatales en el puente de 100 y Boyeros, al detallar cómo, con el apoyo de abogados de bufetes colectivos, se ha logrado allí la firma del contrato que norma las relaciones jurídicas y laborales entre el empleador y la persona que presta servicio como cuentapropista, como lo establece la Ley 116 Código de Trabajo.
Lo suscribieron 41 personas y aspiramos a alcanzar al 100%, aseguró el joven dirigente sindical. .
Al intervenir en el pleno, Valdés Mesa, instó a convertir en realidad la participación de los trabajadores en la conformación del plan de la economía, el presupuesto y programas de desarrollo mediante fórmulas prácticas.
No es posible –dijo- que en las reuniones a nivel de ministerio y de otras instancias falten los dirigentes sindicales quienes deber asistir con preparación, dominio y conocimiento de lo que se está proponiendo y llevar propuestas del colectivo.
En opinión de Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) una organización sindical es creíble y tendrá liderazgo si además de ser reivindicativa y señalar problemas tiene también la capacidad de aportar.
El sindicato –subrayó- está en el centro de trabajo, por tanto el funcionamiento tiene que expresarse en el quehacer de la organización, en su capacidad de influencia y de transformación hacia escenario laboral actual.
Luego de ponderar que en la capital hay un sistema de trabajo dirigido a elevar gradualmente el nivel liderazgo sindical, dijo que también se han diseñado vías de diagnóstico, fiscalización y control acerca de cómo los cuadros intervienen en la transformación de los problemas detectados. No basta con identificarlos, hace falta encontrarles la solución, acotó.