| Tomado de Granma
La secretaria de Comercio de Estados Unidos, PennyPritzker, y su homólogo cubano, Rodrigo Malmierca, coincidieron en su optimismo por el futuro de las relaciones entre ambos países al dejar inaugurado este miércoles en Washington el segundo encuentro para intercambiar sobre el alcance de las regulaciones vigentes.
La visita de Malmierca a la capital estadounidense se da pocas semanas después de que las autoridades norteamericanas anunciaran una tercera ronda de medidas que modifican la aplicación de algunos elementos del bloqueo, específicamente la posibilidad de otorgar créditos para la venta de productos aprobados que no sean agrícolas y los intercambios con empresas estatales bajo ciertas condiciones.
Hasta mañana estarán debatiendo en la biblioteca del Departamento de Comerció los funcionarios de esa cartera y el Departamento de Estado con autoridades del Banco Central de Cuba, el ministerio de Comercio Exterior y empresarios de la Isla.
Pritzker aseguró durante la apertura del evento que los cambios en las regulaciones aprobados a finales de enero pasado eran resultado de los intercambios sostenidos en octubre último en La Habana.
Añadió que ha recibido un mensaje claro respecto a que las empresas estadounidenses quieren hacer negocios con Cuba.
Refirió que entre sus objetivos está continuar explorando opciones que puedan ser provechosas para ambos países y resaltó la importancia de los encuentros de reguladores para mejorar la implementación y efectividad de los cambios introducidos.
Pritzker dijo que Estados Unidos no espera una “respuesta recíproca” de las autoridades cubanas ante las medidas de EE.UU, si bien no mencionó que La Habana no aplica ninguna medida coercitiva equivalente a las de Washington. Sin embargo, pidió la ayuda de Cuba y dijo que aún los empresarios norteamericanos tienen algunas dudas para establecer negocios en la Isla, como la imposibilidad de contratar directamente a los trabajadores y la claridad en determinados marcos legales.
Concluyó que Cuba y Estados Unidos viven un “momento extraordinario” pero hace falta aún mucho trabajo por hacer.
El ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, por su parte, dijo que este encuentromuestra la voluntad de ambas partes de dar continuidad al diálogo y crear condiciones para avanzar en las relaciones.
Calificó de positivos y en la dirección correcta las tres rondas de medidas aplicadas hasta ahora por la administración Obama, en enero y septiembre de 2015 y enero de 2016, pero dijo que aún son insuficientes y se mantienen en vigor los “elementos esenciales” del bloqueo.
Por mencionar un solo ejemplo, refirió, desde diciembre de 2014 se han aplicado seis multas a instituciones financieras por comerciar con Cuba por un valor cercano a los dos mil millones de dólares.
La persecución de las transacciones cubanas y la prohibición del uso del dólar por parte de la Isla tienen un efecto disuasivo en los bancos y empresas de todo el mundo que afecta profundamente a la economía del país, añadió.
Aclaró que la parte cubana es consciente de que el Congreso tiene la última palabra para levantar las restricciones, pero añadió que está demostrado que el presidente tiene una amplia base de apoyo para avanzar en el desmontaje del bloqueo mediante sus prerrogativas Ejecutivas.