La estrategia de la Unesco para una universidad innovadora fue expuesta por el doctor David Atchorena, director de la división de Planificación y Desarrollo de los Sistemas de Educación y Desarrollo de los sistemas de educación de la Unesco, en conferencia magistral ofrecida ante delegados que asisten al Décimo Congreso Internacional de Educación Superior, que sesiona en el Palacio de Convenciones en La Habana.
Al referirse al concepto de universidad innovadora, dijo que desde su punto de vista hay que tener en cuenta cuatro dimensiones, entre ellas el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, que constituyen un elemento esencial para la transformación del aprendizaje en el sector de la universidad.
“Necesita ampliar valores y dimensiones como la educación para la ciudadanía global y el desarrollo sostenible, que debe ser transversal. Es una dinámica que la Unesco promueve y trata de contribuir para reconocer los títulos universitarios a nivel regional e internacional”, expresó.
Añadió que las universidades innovadoras, además, son aquellas con una percepción crítica de su papel, por tanto, existe una interacción entre los profesores y estudiantes más allá de la universidad. “Es algo que consideramos esencial en la transformación”.
Aseguró que aquellos países con economías más innovadoras son los que tienen más movilidad académica o universitaria y representan el 53 % a nivel mundial.
David apuntó que en los últimos 25 años las convenciones de la Unesco se han visto matizadas por un proceso de transformación y adaptación a las diferentes condiciones regionales. Ahora tenemos la segunda generación de convenciones en Europa, seguida por la convención de Tokio y recientemente, la de África. Añadió que se trabaja intensamente en la convención para América Latina y el Caribe que debe concluir a finales del 2017.
Al referirse a los programas que impulsan desde 1992 en interés de promover el aprendizaje y la investigación para contribuir a una sociedad sustentable del conocimiento, alegó que el objetivo específico es reforzar la capacidad de las universidades para incentivar el desarrollo, el cual se relaciona con nuevos problemas.
Al referirse a Cuba alabó las nuevas transformaciones que se desarrollan en la Educación Superior y agregó que este nuevo enfoque ilustra una tendencia mucho más amplia que en América Latina y el Caribe, así como en otras partes del mundo.
Agregó que la Unesco ha estado apoyando a la red de América Latina y el Caribe para garantizar la calidad y existen varios programas para promover políticas, intercambio de prácticas, así como contribuir al reconocimiento de títulos universitarios entre diferentes países.
