La reunión se celebrará en el Salón de Protocolo del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, punto de escala del Obispo de Roma en su viaje hacia México, y a donde arribó ayer el Patriarca de Moscú y toda Rusia, invitado por el presidente Raúl Castro, para realizar una visita oficial hasta el domingo próximo.
Tras la llegada de Kirill, el religioso ruso y el mandatario cubano, quien lo recibió al pie de la escalerilla, sostuvieron un breve diálogo en uno de los salones de protocolo de la terminal aérea.
Según un comunicado del Patriarcado de Moscú, los líderes religiosos conversarán por espacio de tres horas acerca de las relaciones entre las dos iglesias, el contexto internacional y la defensa de los cristianos del Medio Oriente y el Norte de África ante las persecuciones y el genocidio.
Al finalizar esa reunión, ambos primados suscribirán una declaración conjunta, la primera desde la ocurrencia del gran cisma del cristianismo en 1054.
Previo a la partida de Kirill de Rusia, el jefe del Departamento sinodal para la relación de la iglesia con la sociedad y los medios de comunicación, Vladimir Legoida, aseguró que la reunión en La Habana, fue «una decisión conjunta de los participantes».
El encuentro fue catalogado por el Patriarcado de Moscú como un acontecimiento importante y una señal de esperanza para toda la comunidad cristiana. A su vez, el Sumo Pontífice expresó en entrevista con el diario italiano Corriere della Sera que transcurrieron dos años de negociaciones secretas entre Hilarión y obispos católicos, quienes se encargaron de los preparativos.
«Dije que quería ver y abrazar a mis hermanos ortodoxos», manifestó Francisco, quien indicó que lo que deben construir son puentes, paso a paso, hasta llegar a darles la mano a los del otro lado.
La Cancillería de Cuba, país escogido como escenario del suceso, manifestó que la isla se siente honrada de acoger la cita entre los primados y aseguró que brindará todas las facilidades para realizar el histórico encuentro.
El presidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Moscú, metropolita Hilarión, explicó que la elección de Cuba respondió a que el líder religioso ruso no quería llevarlo a cabo en Europa por ser un continente vinculado a la separación y los conflictos entre los cristianos. (Tomado de Prensa Latina)