Santo Domingo.- Roger Machado llegó a la conferencia de prensa tras la derrota de los Tigres de Ciego de Ávila abatido por la tercera derrota de sus tigres avileños, pero esperanzado de que a la película final de esta Serie del Caribe le quedan más capítulos en cuanto a las posibilidades de que sus muchachos clasifiquen a la semifinal.
Acompañado de Yulieski Gurriel y Yosvani Alarcón, el director valoró que el partido contra los Tigres de Aragua fue el mejor de los tres celebrados en esta cita por su selección, “pero no estoy feliz ni satisfecho porque falló el bateo, la defensa y otra vez el abridor no caminó como pretendíamos pasa la victoria”.
Sobre los cambios hechos en la alineación por tercera jornada consecutiva explicó: “Lo hicimos para reforzar, para buscar más ofensiva y nos costó a la defensa. Quizás contra Dominicana volvamos a hacer otros, porque estamos buscando ganar y esto es un torneo muy corto”.
Tras anunciar a Vladimir García como el abridor contra los Leones del Escogido este viernes, el otrora receptor de equipos avileños y selecciones nacionales enseñó su mejor cara de optimismo. “Aun estamos vivos y podemos ser campeón. El año pasado al equipo Vegueros de Pinar del Río le pasó lo mismo y después ganó. No estamos muertos, vamos a salir a ganar este viernes”.
Al responder qué aspecto de juego le ha costado más trabajo vencer a sus jugadores enfatizó que “lo más difícil es la ofensiva, porque los bateadores pasan más trabajo ante un pitcheo que no es de primera línea pero domina el arte lanzar”.
Descartó que el mal o demorado ajuste en la caja de bateo de la mayoría de los cubanos haya sido por aspectos del entrenamiento, pues “han mantenido las cargas, no hemos hecho nada especial, solo lo que están acostumbrado a hacer, dado que los refuerzos son los mejores atletas que estaban en la Serie Nacional en los momentos que hicimos el equipo”.
Finalmente ratificó que, a pesar de las derrotas, se siente orgulloso de dirigir un equipo disciplinado y talentoso, al que las cosas no le han salido bien. “Esperamos ganar y avanzar para que puedan seguir viendo la calidad del béisbol cubano”.
Los periodistas pidieron a Gurriel y Alarcón sus consideraciones sobre el visual descalabro de Cuba tras ser monarcas el pasado año, así como qué criterio le merecía una posible sede en Cuba de la Serie del Caribe para el 2018.
“Lo más difícil para el equipo ha sido el bateo porque en Cuba se pitchea de otra manera, se utilizan otros tipos de lanzamiento y cuando llegamos aquí ese pitcheo no se ve y tenemos que realizar los ajustes necesarios. A algunos les cuesta más trabajo que a otros y por eso a medida que pasan los partidos se ven mejores a los bateadores”, dijo Gurriel, el más mediático de los peloteros cubanos en esta justa, como casi siempre pasa en eventos foráneos.
“Si las cosas en el equipo no han salido bien, aunque el rendimiento personal sea bueno, uno se siente mal. Sin embargo, no me voy a sentir mal hasta que perdámosla la última oportunidad y confío que esa será feliz para nosotros”, continuó explicando el antesalista.
“Jugar como anfitriones siempre es bueno y ojalá en el futuro podamos ser sede de una Serie del Caribe en La Habana porque todos saben lo que gusta el béisbol en Cuba y desde hace muchos años no somos sede de torneos internacionales de este tipo”, acotó.
Por su parte, el receptor Alarcón opinó que el partido contra los Tigres de Aragua “fue un buen juego, aunque no bateamos cuando hizo falta. Dimos buenas conexiones, pero nos faltó oportunidad. Ellos le dieron muchas veces mal a la pelota, pero picaban las pelotas. Tampoco estuvimos bien a la defensa”.
“Todos saben la sangre de campeones que tenemos los cubanos y si de nosotros depende la clasificación este viernes, si tenemos un chance para lograrla vamos a salir con todo”, concluyó el tunero.
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