A 22 años de fundado por el entonces Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, General de Ejército Raúl Casto Ruz, su compañera y eterna Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) Vilma Espín Guillois y la también desaparecida Doctora Rosa Elena Simeón, el 3 de febrero de 1994, el Centro de Desarrollo de la Montaña (CDM) consolida su protagonismo científico en el mejoramiento de la calidad de vida sostenible del poblador serrano y en el aumento de los rendimientos de las producciones agropecuarias del lomerío cubano.
Por más de dos décadas investigadores, técnicos, especialistas de diferentes materias y trabajadores de apoyo, que en la actualidad tienen una edad promedio de 37 años, logran la materialización de múltiples e integrados proyectos medioambientales y de preservación de los ecosistemas de montaña.
Trabajos en la rehabilitación ecológica de zonas degradadas de la cuenca del río Toa, la bioprospección y uso sostenible de la flora del macizo montañoso Nipe-Sagua-Baracoa, la restauración de la biodiversidad agrícola autóctona en sistemas productivos de montaña, y la utilización de recursos zoogenéticos como la toxina del alacrán con fines medicinales, entre otras investigaciones, destacan el accionar del joven colectivo científico.
Mejorar la calidad de los suelos dedicados al cultivo del café, y duplicar las producciones y obtener de manera sostenible viandas, granos y hortalizas, como vía para sustituir importaciones de alimentos y satisfacer las demandas de la población destaca también como una de las principales líneas investigativas del CDM.
Único colectivo del sindicato de las ciencias en Guantánamo que ostenta la condición de Vanguardia Nacional, el Centro arriba a su 22 cumpleaños con logros en la obtención de un nuevo bioproducto, a partir de la potencialización del Microben con plantas con potencialidades agrobiológicas para el enfrentamiento de plagas presentes en los cultivos, estudios florístico de 15 especies de orquídeas, y la Introducción de vitroplantas de ñame obtenidas de clones autóctonos de la montaña.
En Guantánamo, con más del 75 por ciento de su territorio cubierto por serranías y donde confluyen características muy singulares y contrastantes dentro un mismo ecosistema, que va desde las zonas más secas de Cuba, hasta la de más abundante registro de precipitaciones, son vitales las acciones medioambientales que se realizan para lograr la convivencia del poblador montañés con su medio.
Tarea en la que especialistas del CDM realizan acciones de educación agroecológica en diferentes comunidades, y que se insertan, en los programas docentes de las enseñanzas primaria y secundaria básica, de las escuelas enclavadas en lomerío de Nipe-Sagua-Baracoa.