Icono del sitio Trabajadores

Juan Marichal: “Si me invitan voy a Cuba”

Juan Marichal

Santo Domingo.- Hay momentos en la vida reporteril que es imperdonable desaprovechar. Y así sucedió este lunes 1 de febrero, cuando en medio de los fanáticos que querían un autógrafo, de la prensa sensacionalista local y de un fuerte cordón de seguridad, el dominicano Juan Marichal accedió a detenerse para hablar con un periodista cubano en las gradas del estadio Quisqueya que lleva también su nombre.

Vestido con el traje de los Leones del Escogido y una pelota en su mano izquierda, el primer dominicano exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown (1983), no dudó ante la primera de las tres preguntas que pude lanzarle en apenas 30 segundos. “Le mando un saludo a todo el pueblo cubano y en especial a los deportistas que gozan del juego de béisbol”.

Con varios empujones a mis espaldas alcancé un “segundo envío” buscando su opinión sobre la rivalidad entre Cuba y República Dominicana en esta 58 edición de la Serie del Caribe, en la que muchos califican a estos dos conjuntos como los favoritos al cetro. ¡Cuál no sería la sorpresa, al sacarle una revelación de niño!

“La rivalidad será un fenómeno, pero te digo algo, cuando niño siempre soñé con jugar algun día en Cuba. Y verlos a ellos aquí pues me llena de orgullo y satisfacción”, dijo sonriente y como si no quisiera terminar el diálogo improvisado el lanzador que durante 16 años en Grandes Ligas acumuló 243 victorias y 2,89 de promedio de carreras limpias. ¡Impresionante!

“Soñaba con aquellos peloteros cubanos porque ellos jugaban en una de las mejores ligas de invierno del Caribe”, aseguró convencido el ganador de 36 juegos de por vida en la Liga Dominicana y uno de los símbolos deportivos de su país, del que fue Ministro de Deportes de 1996 al 2000.

Por supuesto, el “tercer lanzamiento” fue un poco más pegado, cual recta de 90 millas para buscar una última reacción. “El dia que Cuba organice una Serie del Caribe, si me invitan voy, puedes dar por seguro que allí estaré, es más te lo doy en primicia”, dijo con las ganas de quien no quería cortar el diálogo, el mano a mano improvisado entre pítcher y periodista, a pesar del poco tiempo y el protocolo que le esperaba.

Olvidé en ese momento pedirle a un fotógrafo el testimonio gráfico con una leyenda del béisbol caribeño y mundial. Más allá de las estadísticas y de lo mucho que había leído sobre su carrera, lo más relevante fue verle feliz hablando de Cuba y del béisbol que añoró.

Compartir...
Salir de la versión móvil