Por Olivia Rodríguez Medel y Andrés Luis Herrero Pérez estudiantes de Periodismo
En enérgica medida administrativa y las consabidas explicaciones a la cliente derivó la queja que Buzón abierto publicó el 25 de octubre del 2015 proveniente de Licet Gallardo Reyes, acerca de la dilación en la reparación de un equipo en garantía y en reponerle el dinero a su tarjeta por un teléfono defectuoso que devolvió a la tienda Panamericana La Creación, del Complejo Santa Cruz del Sur, sucursal Cimex en Camagüey.
La misiva exponía que en enero había adquirido un aparato inalámbrico marca Panasonic, pero por desperfectos técnicos al mes siguiente tuvo que llevarlo al taller, donde le comunicaron que esperara unos días mientras tramitaban el comprobante que ella debía llevar al lugar en el cual adquirió el producto.
Entre disculpas del económico de la entidad y otros funcionarios, además de excusas —por ejemplo la pérdida del comprobante en la filial Financiera del Ministerio de Comercio Exterior (Fincimex), lo cual no sucedió— llegó septiembre y aún no recibía su dinero.
No se hizo esperar mucho la respuesta firmada por Nélida Báez Lago, gerente general de la citada sucursal, pues dos días después de la publicación devolvieron la moneda libremente convertible a la tarjeta magnética de la reclamante, mientras que al especialista en gestión comercial responsable se le aplicó separación definitiva de la entidad.
Algunos argumentos expuestos por la funcionaria para tal decisión fueron que el empleado maltrató al cliente, engañó a las instituciones superiores en cuanto a seguir el cumplimiento de la gestión, así como que involucró “de manera indebida a Fincimex refiriendo que esta entidad tenía en trámites la devolución del artículo, sin asistirle razón para ello”.
Tal comportamiento es valorado de “violación grave de la disciplina laboral, al estar asociada a un hecho de maltrato de carácter continuado al consumidor, lo cual infringe el manual de normas y procedimientos instituidos para el comercio minorista de tiendas Panamericanas”, subraya.
Báez Lago precisa que en cuanto al aire acondicionado se le hizo el reporte “dentro del plazo establecido”.
Concordará con nosotros en que los clientes no están desprotegidos, porque sin abarcar el diapasón que sí debe contemplar una ley sobre el tema, existen herramientas legales para ampararlos.
¿Es necesario que los ciudadanos pasen estos apuros de los cuales todos tenemos más de una referencia? Si estamos bloqueados desde afuera, ¿por qué permitimos que nos bloqueen desde dentro?