La empresa oleohidráulica José Gregorio Martínez, ubicada en Cienfuegos y perteneciente al grupo empresarial de la Industria Sideromecánica, es la única de su tipo en el país.
De sus talleres salen producciones muy valiosas e imprescindibles en diferentes sectores de la economía y los servicios, como cilindros, mangueras de alta y mediana presión, y gatos de siete, 12 y 30 toneladas.
Allí recuerdan que la entidad estuvo a punto de colapsar por distintas razones, pero revivió como Ave Fénix y hoy genera valores por unos 11 millones de pesos (al cierre del año 2015). Los servicios especializados abarcan las prensas de diversos tipos, los carros cestos de la rama eléctrica y las torres de perforación petrolera.
No obstante, las potencialidades son mayores y es interés de la dirección y el colectivo explotarlas. Según afirman sus directivos han avanzado, pero no todo lo necesario. Por ejemplo, en el país existe una demanda de unos 25 mil gatos hidráulicos para medios de transportación, pero solo pueden producir 5 mil porque falta financiamiento para la adquisición de la materia prima. Mientras, los demás se compran en el exterior.
Otro renglón que pueden desarrollar es el de los amortiguadores para los ómnibus Yutong y Diana, y los autos Geely. El estudio de la demanda evidenció que resultan necesarios no menos de 14 mil. Hoy no producen ninguno por similar causa. También se traen del extranjero.
De los 100 millones de dólares que importa el país en componentes hidráulicos cada año, unos 20 millones pueden ser producidos en la entidad cienfueguera, previa adquisición de nuevos equipos.
La planta también tiene posibilidades de fabricar las llamadas máquinas “ponedoras” de bloques con control automático para la construcción, pero a pesar de las ofertas realizadas, esa potencialidad no ha encontrado la demanda que pudiera tener. Las argumentaciones dadas no han convencido a los especialistas de la José Gregorio Martínez. Sin embargo, ellos siguen insistiendo con la intención de encontrar oídos receptivos.
Para el año que finalizó, el colectivo laboral, que ostenta la condición de vanguardia nacional, se propuso —y así lo materializó— fortalecer la cultura industrial; aumentar la capacidad instalada; desarrollar nuevas producciones con alto valor agregado, tanto en la oleohidráulica como en la neumática, y concluir el proyecto para la fabricación de brazos hidráulicos.
Actualmente tienen en funcionamiento tres máquinas de mando numérico. En los propósitos para el 2016 y el 2017 está adquirir otras de ese tipo y llegar a contar con 17, así como con un robot para soldaduras.
El personal está altamente calificado. A pesar de ello, no descuidan la capacitación y la preparación del relevo, por lo que tienen cinco aulas anexas con estudiantes del politécnico 5 de Septiembre.
La fluctuación de los trabajadores quedó en el pasado. En ello ha influido el aumento del salario medio (de 340 pesos en el 2010 a mil 167 en el 2015) y el mejoramiento de las condiciones laborales. El 40 % de los cuadros de dirección tiene menos de 30 años.
Derroche inconsciente
Especialistas de esa empresa hacen una alerta muy importante sobre un derroche inconsciente, pero muy costoso para el país. Explican que en muchos lugares aprecian como normal que un cilindro hidráulico bote aceite. Esos salideros suman miles de litros, lo que hace aumentar significativamente el consumo, con un alto costo en la compra y en afectación al medio ambiente.
Ponen un ejemplo claro: Una línea neumática con un escape de un milímetro equivale a 800 dólares al año, dado el costo actual de los aceites.
Esa entidad es una muestra de la valía de la empresa estatal socialista en el entorno económico cubano y de las enormes potencialidades existentes y por explotar, para avanzar en pos del desarrollo y disminuir las importaciones.