Los nuevos aires que soplan en el campo cubano llegan a Ciego de Ávila, pasan por el tamiz de la meditación y continúan tierra adentro con la intención de explotar más las riquezas de sus llanuras y dejar de echarle “abono” a los sobreprecios, por cuyo efecto llegan menos alimentos a la mesa de la familia.
No es fácil cambiar de prisa el comportamiento de la relación demanda-oferta-precio. Tampoco resulta imposible sacarle más frutos a una superficie tan fértil, donde se demostró que, ni la sequía severa que paralizó los motores de 953 estaciones de bombeo y le negó el agua a más de 10 mil hectáreas, pudo marchitar el esfuerzo de los avileños durante el año 2015.
Los números no alimentan, pero sí ilustran resultados: Cerró diciembre pasado con un salario medio mensual por trabajador de mil 200 pesos, el mayor del sistema de la agricultura en el país, y 63 millones 500 mil de utilidades, la segunda cifra más alta de la historia del sector en la provincia.
Aunque, no todo crece completamente erguido en una potencia agropecuaria. Los inconvenientes de la malanga, el boniato, el plátano, el maíz, el arroz, la col y la piña incidieron en que se cumpliera al 99 % la producción anual planificada.
A pesar del envío a la industria de casi 500 mil litros de leche por encima del plan, la mayor entrega de los últimos 25 años, ocurrieron mil 710 muertes más en relación con el pasado año en el ganado vacuno. El 75 % de los decesos fueron por irregularidades en el manejo, la alimentación, el hacinamiento de animales por hectárea, áreas de pastos infectadas de malezas y otras causas.
Aún falta potenciar reservas, si se tiene en cuenta que hay 90 mil hectáreas ociosas, principalmente en grandes entidades como la agropecuaria Ruta Invasora con deudas millonarias acumuladas, la cual integra una triada de perdedoras que completan sus homólogas Bolivia y Máximo Gómez.
Esas entidades –excepto la Máximo Gómez– y la agropecuaria Orlando González no retribuyen a sus innovadores, por ser incumplidoras de la Ley 38. Además, sumada al grupo la de cultivos varios El Mambí, todas tienen limitaciones en el pago por resultados, debido a escasas posibilidades financieras o deterioro de indicadores del sistema salarial.
Con la arrancada del año 2016 se anuncia la llegada de nuevos equipos agrícolas y sistemas de riego de agua, el reordenamiento estructural de las entidades de Acopio, por lo que apremia un mayor vínculo de las empresas estatales con las bases productivas, pues el 80 % del acopio de alimentos en el territorio avileño, se concentra en el sector cooperativo y campesino, cuando tal atención no satisface.