Desde el primer día de febrero, la 58 edición de la Serie del Caribe de Béisbol tendrá un escenario conocido, el Estadio Quisqueya Juan Marichal, en República Dominicana, que por novena ocasión acogerá esta lid, la más importante de la región y a la cual Cuba asistirá con los Tigres de Ciego de Ávila, campeones de la temporada nacional pasada.
Tras dominar la primera etapa de las justas (1949-1960) con siete títulos en 12 asistencias, nuestros equipos retornaron en el 2014 y 2015 con un triunfo peleado, electrizante y merecido para los Vegueros de Pinar del Río hace exactamente un año, al mando de Alfonso Urquiola.
Será entonces esta la fiesta número 15 para un equipo cubano, el cual se ha reforzado como permite la competencia, y bajo la premisa de no disminuir la base avileña con que fueron monarcas, defendida con justicia por su mentor Roger Machado. La inclusión de 11 lanzadores y 17 jugadores de posición se acerca al modelo internacional y solo esperamos una correcta utilización en los seis partidos a celebrar si llegamos, como esperamos, a la final.
Historias y nombres para recordar
Aunque mucho se ha escrito sobre los éxitos iniciales en este torneo de las formaciones Almendares (ganó en 1949 y 1959), Marianao (1957 y 1958), Cienfuegos (1956 y 1960) y Habana (1952), no está de más repasar nombres claves en los triunfos de esos elencos, muchos de ellos desconocidos para las jóvenes generaciones.
Conrado Marrero, Camilo Pascual, Agapito Mayor, Willie Miranda, Héctor Rodríguez, Albert Gionfrido y Monte Irvin fueron los pioneros en levantar un cetro en la primera versión; en tanto Edmundo Amorós y Andrés Fleitas sobresalieron en el Todos Estrellas de la cuarta edición. Un poco más tarde, Rafael Noble, Camilo Pascual, Orestes Miñoso, José Valdivieso y Asdrúbal Baró, entre otros, serían ejes en las cinco sonrisas consecutivas de formaciones cubanas.
Todavía entre los cuatro mejores bateadores de por vida en Series del Caribe clasifica Héctor Rodríguez —357 de average (84-30)—, al tiempo que Camilo Pascual conserva el mejor promedio histórico de ganados y perdidos (6-0), la mayor cantidad de lechadas (2), así como el mejor WHIP (0.80).
En cuanto a los mentores, Fermín Guerra, Miguel Ángel González y Napoleón Reyes son aún referentes obligados de aquella primera etapa, sobre todo por el respeto, la autoridad y los conocimientos que regalaban para peloteros, rivales y público en general. En el caso de Napoleón fue el primero en hacer el doblete como triunfador.
El escenario de Quisqueya
Para nadie es un secreto que el béisbol de Dominicana está entre los mejores del Caribe, no solo por la cantidad de jugadores que tienen hoy en las Grandes Ligas, sino también por sus incontables premios internacionales, el último de ellos, el oro del tercer Clásico Mundial.
Desde que albergaron por vez primera una justa de este tipo en 1972, los quisqueyanos han ganado cinco veces como anfitriones, tres de ellas en las tres últimas en que han sido sedes (2004 y 2008- Tigres del Licey y 2012–Leones del Escogido). ¿Se romperá el hechizo en el 2016? ¿Podrán llegar a las 20 coronas ante su propia afición?
Según declaró a varios medios de prensa locales Juan Francisco Puello, titular de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe, los trabajos de ampliación de los club houses en el estadio han sido concluidos y la venta de entradas para los partidos apunta a nuevo récord, lo cual resulta esencial para la rentabilidad económica del evento, que cambió su formato desde el 2013 con semifinal cruzada entre las cuatro primeras escuadras de la clasificatoria.
Una novedad del torneo será la competencia de jonrones programada para el 3 de febrero a las siete de la noche. Todo un show y que pretende quedarse para el futuro como parte de un espectáculo del más alto nivel. Hasta ahora confirmaron su presencia el venezolano Miguel Cabrera y los locales David Ortiz, Robinson Canó y Vladimir Guerrero, este último retirado, pero en excelente forma física.
Asimismo, en el intermedio de los dos partidos diarios, se realizará también el primer Festival de Niños, actividad dedicada por completo a destacar a los beisbolistas dominicanos más pequeños.
La primera lección de los Tigres
Conocida la nómina cubana, saltan consideraciones oportunas que el colectivo de dirección debe valorar desde los entrenamientos: armar desde el principio una alineación ofensiva, especializar los serpentineros de acuerdo a sus características y el rol que desempeñan en la Serie Nacional, producir carreras con la mayor cantidad de variantes posibles y no aferrarse a bateador alguno por mucha historia que tenga.
Son apenas seis partidos, pero es vital al menos ganar dos para asegurarse entre los semifinalistas. Aunque no se conocen los otros cuatro adversarios —en estos momentos se definen los play off de México, Venezuela, Puerto Rico y República Dominicana—, ya sabemos que el nivel de esos profesionales solo tiene una diferencia respecto a cualquier elenco nuestro: su rápida y efectiva capacidad para resolver las situaciones decisivas de un juego, dígase dar un fly de sacrificio, tocar una bola, robarse una base o batear por detrás de un corredor, por citar cuatro ejemplos.
El reto de Machado para esta fiesta del béisbol caribeño es alto y estresante. Cuba es la monarca defensora y si los Vegueros de Pinar del Río pudieron, ahora todos pedirán que los Tigres de Ciego de Ávila saquen las uñas y regresen dorados.
Leyenda: S: Series./SG: Series ganadas./JG: Juegos ganados./JP: Juegos perdidos./AVG: Average.