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Todos los caminos conducen al Coliseo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No es a Roma ni a su histórico Coliseo donde es más oportuna la invitación deportiva por estos días. La expectación y las ansias de triunfo serán las mismas, sin embargo, en lugar de gladiadores peleando hasta la muerte, veremos ahora judocas intentando marcar yukos, wazaris e ippones en pos de una medalla.

Si hace casi dos años —junio del 2014— era una novedad recibir en La Habana un Grand Prix de Judo, este fin de semana (22-24) el lujo será mayor, pues el Coliseo de la Ciudad Deportiva albergará 424 participantes de 69 naciones,  superior a la edición precedente (297 y 40) e inédito también para el deporte cubano, fuera de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1982 y los Juegos Panamericanos de 1991.

La condición de sede facilitará presentar 56 judocas entre las 14 divisiones, lo cual reportará no solo un inolvidable roce internacional para los más jóvenes, sino que propiciará a las figuras estelares sumar puntos para la clasificación olímpica, la cual cerrará en el próximo mes de mayo.

Será este el certamen que abre el calendario de la Federación Internacional de Judo y con la excepción de Japón y Sudcorea, el resto de las potencias asistirá con sus mejores cartas. Rusia (20 atletas), Alemania y Estados Unidos (18) son los conjuntos más numerosos, en tanto de Israel viene su equipo femenino íntegro, al igual que  la formación varonil de Azerbaiyán, por solo citar algunos datos tomados de las inscripciones oficiales.

Estrellas olímpicas y mundiales

Cinco campeones olímpicos de Londres 2012 podrán verse en los tatamis habaneros: Sarah Menezes (BRA en 48 kg), Arsen Gatstyan (RUS- 60 kg), Mansur Isaev (RUS-73 kg), Kayla Harrison (EE.UU.-78 kg) e Idalis Ortiz (CUB- +78 kg). Por cierto, la estadounidense ya sabe lo que es ganar en La Habana y vendrá por refrendar la actuación perfecta del 2014.

En el caso de los titulares del orbe sobresalen Paula Pareto (ARG-48 kg), Tiago Camilo (BRA- 90 kg), Yarden Gerbi (ISR-63 kg), Rafaela Silva (BRA-57 kg) y los cubanos Asley González (90 kg) y la propia Idalis. La argentina había declarado en el último certamen universal que le gustaría competir en nuestra tierra y podrá hacerlo ahora con una presumible final ante Dayaris Mestre, su victimaria en los pasados Juegos Panamericanos de Toronto.

Como si todo lo anterior fuera poco, alrededor de 12 medallistas mundiales u olímpicos también viajaron a este Grand Prix. Entre los más conocidos están Marti Malloy (EE.UU), Kirill Voprosov y Renat Saidov (RUS); Karl Richard y Dimitri Peters (ALE); Toma Nikiforov e Ilse Heylen (BEL): Rafael Silva y Maria Suelen Altheman (BRA); y Gema Gibbons (GBR).

Una sede para respetar 

Para las escuadras de casa, dirigidas por Armando Padrón y Justo Noda, el reto de esta lid trasciende el número de medallas —en la pasada edición las muchachas terminaron con 2-1-3 y los hombres 0-1-1—, para centrarse en la obtención de la mayor cantidad de puntos con vistas al ranking olímpico. Los ganadores se anotarán 300 unidades, 180 para los subtitulares y 120 los bronceados.

Las divisiones más necesitadas de una buena faena ahora son 52, 57, 63, 70 y 78 entre las damas, así como 60, 66, 73, 81 y +100 en la rama varonil. Luego, a finales de abril, tendrán otra oportunidad de lujo en el campeonato continental, que recién se le otorgó a Cuba por condiciones para organizarlo en tan corto tiempo.

Un merecido homenaje se hará en los días del Grand Prix al profesor Ronaldo Veitía, quien por casi tres décadas comandó los destinos de la selección femenina y ahora pasa al retiro oficial. Los judocas de casa, así como los visitantes, podrán testimoniar su afecto al carismático entrenador.

La invitación entonces es a La Habana y al coliseo de la Ciudad Deportiva. Niños, jóvenes, abuelos, practicantes de todos las artes marciales y amantes del deporte en general podrán disfrutar de una lid en la que el mayor espectáculo está garantizado a partir de la calidad de sus protagonistas.

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