Quienes llegan a las puertas del proyecto Alas por la vida consiguen comprender que el cáncer de mama no significa una sentencia de muerte. Luego de una lucha agotadora contra la enfermedad, las féminas buscan soluciones para sobrellevar el desamparo que supone la mutilación de uno de sus más apreciados atributos.
Con el objetivo de ayudarlas a recuperar su autoestima, de brindarles información que va más allá de lo clínico, y de inculcarles fe y confianza en sí mismas, el doctor Alexis Cantero Ronquillo, especialista de segundo grado en cirugía general, decidió crear Alas por la vida el 8 de marzo del 2003, con el consenso de un grupo de profesionales y técnicos de la salud. El propósito era trabajar con mujeres operadas de cáncer de mama.
“En primera instancia se acuerda organizar un grupo de apoyo a pacientes mastectomizadas, pues este tipo de tumor tiene potencial para ser el más devastador de la autoestima y la función sexual de la mujer, por constituir un símbolo de la sexualidad humana, y por ser una importante zona erógena”.
Desde un inicio, en el grupo se pensó en desarrollar actividades con las pacientes para lograr su rehabilitación total, y así promover que se incorporen a proyectos homólogos en provincias e instituciones. El doctor Cantero explicó que a propuesta de las propias féminas, el proyecto se ha extendido a sus familiares. “Aspiramos llevarlo a las que no están enfermas, a aquellas que no se han realizado nunca un examen de mama, hasta crear en cada municipio un grupo similar”.
Primeros pasos para vencer las lágrimas
“La idea surgió cuando en nuestro equipo médico nos fuimos dando cuenta de que con la cirugía y tratamiento resolvemos un gran problema, pero cuando hablamos con ellas comprobamos que hay heridas queno se ven y cuesta más trabajo que cierren”, expresó el galeno a Trabajadores.
El proyecto, que arrancó con 17 personas, en la actualidad incluye a unas 400 entre pacientes, familiares, amigos y profesionales de distintas especialidades y técnicos de la salud. “Respaldar a la mujer en su reincorporación a la sociedad y a su vida personal, es nuestro lema principal”, destacó Alexis Cantero.
Alas por la vida, luego de su crecimiento, tomó carácter nacional; se realizan charlas cada dos meses, donde se imparten conferencias científicas, las cuales versan sobre cáncer, género y sexualidad.
Ahí las operadas pueden intercambiar sus historias de vida, sus vivencias. Además, presentan una sección de preguntas y respuestas de todas aquellas que tengan dudas y que son resueltas por los especialistas con un lenguaje asequible.
¿Dónde radica el éxito de este proyecto?
“Creo que en la manera de llamar al cáncer por su nombre, de hablar de frente, de compartir las emociones y de que ellas mismas puedan dar algunas respuestas.
“Este proyecto no hubiera crecido tanto si no tuviera el apoyo delos medios de comunicación; a mí me parece el motor impulsor para la creación de ideas en otras provincias”, respondió el también profesor titular del hospital Manuel Fajardo.
Alas por la vida cuenta con una línea de ayuda para orientar a aquellas personas que buscan respuestas.
Los profesionales advierten que…
Según los datos estadísticos, la incidencia del cáncer de mama comienza a elevarse a partir de los 35 a 40 años de vida y el grupo de mayor riesgo se ubica entre los 50 y 64 años. Especialistas indican además, que aproximadamente el 25 % de los casos se diagnostican en las etapas III y IV, cuando la tumoración está localmente avanzada o presenta metástasis.
En ese sentido, un programa de detección temprana de esta dolencia se dirige especialmente hacia mujeres sanas combinando la mamografía, el examen clínico y la enseñanza del autoexamen. Estos dos últimos se consideran métodos complementario
s que permiten el diagnóstico precoz de la enfermedad.
Según Cantero, el cáncer de seno usualmente suele crecer en silencio, lenta y solapadamente en la mayoría de los casos, “por ello es fundamen-tal la práctica del autoexamen todos los meses, el examen clínico por su médico una vez al año y la realización de la mamografía cuando sea indicada por el especialista”.
Estudios de profesionales cubanos alertan que esta neoplasia maligna es una amenaza seria para la salud de la mujer, el bienestar de sus familias, los sistemas de salud y para la sociedad toda.
El especialista también argumentó que el principal cáncer que se reporta en las cubanas es el de mama, “lo que nos da la medida de que cada vez tendremos más mujeres vivas con este padecimiento. Cualquier fémina que haya participado durante estos últimos años en estas reuniones va a modificar por completo su actitud ante la vida. Sus proyecciones serán otras; su tiempo siempre lo tendrá ocupado en otras acciones; reflexionará acerca de la necesidad de seguir viviendo, pero con otra óptica: la de continuar siendo útil. Aprenderá, en suma, a tener una vida social productiva, y algo esencial, la participación junto a ella de su familia.
“Sin embargo, la ventaja que presenta la mujer cubana es que aparte de tener un tratamiento completamente gratuito, puede tener terapias para sanar esas heridas invisibles que dejan los tratamientos y la propia enfermedad”.
Lo que al principio parecía una quimera lejana y difícil de alcanzar, luego de 13 años se ha convertido en un movimiento en el que cada vez se enrolan más y más pacientes, familiares, amigos y profesionales en general, dispuestos a continuar luchando contra este mal bajo las banderas del amor, la solidaridad y el altruismo, inspirados en la fortaleza y valentía de ellas, que han sabido enfrentarse a la adversidad, extender sus alas y luchar por la vida.
Prometedor fármaco para el cáncer de mama
Un ensayo clínico de un nuevo medicamento experimental ha revelado resultados prometedores para el tratamiento del cáncer de mama —el más común entre las mujeres— en etapas avanzadas.
Según un informe del grupo farmacéutico Pfizer, su nuevo medicamento experimental Palbociclib impide el crecimiento y expansión de tumores de ese tipo en etapas avanzadas durante 20,2 meses, mientras para los existentes este índice es de 10,2 meses.
Palbociclib es uno de los fármacos que se enmarcan en el nuevo método de tratamiento del cáncer, basado en el bloqueo de las proteínas específicas responsables de los tumores. En el ensayo clínico participaron 165 pacientes.
El nuevo fármaco, desarrollado para personas con cáncer positivo para receptores de estrógenos, es el primero con resultados prometedores de los desarrollados para este tipo de cáncer en los últimos 10 años, según la página web Nature World News, citada por la agencia Bloomberg.
No obstante, los informes anteriores prometían índices aún más impresionantes de hasta 37,5 meses de supervivencia libre de progresión del cáncer, según el periódico Huffington Post.
Los resultados del ensayo fueron presentados por el jefe de investigadores, el doctor Richard Finn, profesor de Medicina de la Universidad de California, en Los Ángeles, en el encuentro anual de la Asociación Americana de Estudio del Cáncer. | Tomado de la agencia Bloomberg