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De la Empresa Estatal Socialista: Muebles LUDEMA crece sostenidamente

Muebles como este avituallan importantes polos turísticos del país.
Muebles como este avituallan importantes polos turísticos del país.

Para elaborar un producto no son suficientes las materias primas, hacen falta manos diestras, diseñadores capaces, planificadores eficientes, organizadores inteligentes de los procesos, operarios calificados, y mucha organización y entrega.

Esa es una verdad de Perogrullo que vale la pena retomar, pues en el universo empresarial cubano hay más ejemplos de los deseados de incongruencias en la orquestación del conjunto de esas condiciones, las cuales marcan las pautas en la eficiencia y el buen hacer.

Pero no es el caso de la Unidad Empresarial de Base (UEB)  Muebles LUDEMA, de Las Tunas, donde todos esos factores se conjugan armónicamente y le permiten al colectivo laboral obtener, año tras año, crecimientos sostenidos.

En el corazón de la fábrica

Finaliza diciembre y en los patios de la UEB el ajetreo es el mismo que ha caracterizado cada mes del calendario 2015: hombres y mujeres  arduamente atareados, ya despachando muebles terminados, ya acomodando los insumos que dan garantías a la producción en el nuevo calendario, ya apurando cortes, embalajes, puliendo, diseñando… Todos imbuidos en el afán de cumplir los pedidos y preparar las condiciones para en el año que comienza continuar conquistando éxitos.

Luis, el secretario del Buró Sindical, conversa con Cira Rondón, lijadora, quien reconoce el apoyo logístico recibido.

“Ya tenemos en los almacenes una parte importante de la materia prima que necesitamos para asumir los compromisos productivos del 2016, ah!, y mercados seguros”,  dice entusiasmado Luis Cruz Ortiz, secretario del buró sindical, y muestra madera, tableros,  tubos de aluminio y de acero, y productos para dar  terminación, entre otros, que cultivan la confianza en el entorno laboral.

“Todo esto es resultado de una buena planificación económica y del esfuerzo de los trabajadores,  en especial del Comité de Innovadores y Racionalizadores que hace posible el empleo de una tecnología con más de 30 años de explotación”, sostiene Luis.

Los resultados en cifra

“En el 2000 entramos en el Sistema de Perfeccionamiento Empresarial, y desde abril de ese año la fábrica ha venido creciendo de manera sostenida, tanto en los niveles de eficiencia como en los planes de venta”, comenta Francisco Diéguez, especialista principal en Contabilidad y Finanza en la entidad.

Francisco Diéguez, especialista principal en la UEB, enfatiza en los principios para alcanzar la eficiencia empresarial.

Y su afirmación está avalada por cifras: “En ese año las ventas computaron más de cinco millones de pesos, y en el 2015 sobrepasaron los 15 millones, superior en 14 % a lo planificado, que constituye un récord para la etapa”, pondera Diéguez.

La elevación de las ventas y la disminución progresiva del número de trabajadores es otra razón que consolida eficiencia, pues si en el 2000 la plantilla era de 500, ahora el salto lo han logrado con solo 365, “no aplicamos políticas de choque, ni restricciones forzadas. Aunque no tenemos fluctuación, hemos aprovechado la jubilación natural y alguna que otra baja, por diferentes razones, para alcanzar ese tope, que proporciona una positiva relación entre  la productividad y el salario medio, este último creció un 51 % en comparación con el 2014, y  el promedio real ascendió a 903 pesos”, dice el especialista.

Otros números indican los altos niveles de eficiencia alcanzados, en un calendario en que las utilidades sobrepasaron los 4 millones 400 mil pesos,   39 % superior a lo previsto.

Esos cómputos son la expresión de un mejoramiento de la logística de abastecimiento, que ha garantizado un flujo aceptable de materias primas; una mayor organización del trabajo; el  estímulo que ha significado la correcta implementación de la Resolución 17; y de la experiencia aplicada a  la práctica en la producción de muebles, conducida por un consejo de dirección forjado en el bregar cotidiano, a pie de máquinas-herramienta  o en otros frentes de la propia unidad; “no hemos importado a nadie”, asegura Diéguez.

El cliente esboza sus intereses, pero los diseños llevan la creatividad propia del colectivo.

Mercados seguros

La seguridad de mercado está condicionada por la calidad de los productos terminados y la puntualidad con la que asumen las entregas pactadas con sus clientes,  entre los que resalta el turismo internacional, que le aportó más de 3,5 millones de CUC, y cuyas instalaciones en importantes polos del país  utilizan mobiliario con factura tunera en sus más disímiles formas y servicios utilitarios en habitaciones, restaurantes y cafeterías.

De esa realidad da fe el ingeniero Antonio Torres Infante, especialista principal del grupo de Ingeniería y Desarrollo: “El año pasado trabajamos en el avituallamiento de varios hoteles en cayo Santa María: Farañón Bomba Este (544 habitaciones) y Laguna II (816), y de forma simultánea atendimos el pedido del  Concha II y del Concha I, del que ahora continuamos laborando.

Actualmente  están en proceso de negociación   dos obras en esa misma localidad: Farañón Bomba Oeste (660) y San Agustín (256), y otros dos grandes hoteles  en Ciego de Ávila”.

Torres Infante asocia la gran demanda de estos servicios al prestigio ganado en ese exigente mercado por el colectivo laboral, por la calidad y el buen diseño de sus realizaciones, cuyo reconocimiento más preciado es, quizás, el encargo de fabricar este año la mueblería del hotel Manzana de Gómez, en La Habana, “el de más alto estándar que se edifica en el país con 252 habitaciones”, remarca  Torres Infante.

No obstante, esta UEB, subordinada a  la Empresa Industria Cubana de Muebles Dujo, el pasado año no descuidó la parte de su objeto social que lo vincula a la población, a través de  mercados industriales y tiendas recaudadoras de divisa, en sentido general, y a organismos priorizados por el Estado,  con producciones de cunas, mesas para computadora, juegos de comedor y sillones de aluminio, entre otros artículos.

La eficiencia no es un mito

Con la experiencia de más de 20 años atendiendo cuestiones de contabilidad, finanzas y otros asuntos del quehacer empresarial en esos tortuosos vericuetos, el licenciado Francisco Diéguez defiende el principio de que la empresa estatal socialista, no solo debe, sino puede y tiene que ser eficiente.

“Ese reclamo no es un mito”, sostiene y abunda: “Es posible alcanzarla cuando se conjugan el conocimiento colectivo con la organización eficaz del trabajo y los medios técnicos para producir con una visión permanente de eficiencia económica”.

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