Por Alfredo Boada Molá*
Por octavo año consecutivo, Cuba logró una tasa de mortalidad infantil por debajo de cinco por cada mil nacidos vivos, que ratifica a la isla en la vanguardia de América y entre las primeras 20 naciones del mundo.
No en balde, la nación caribeña alcanzó la validación por la Organización Mundial de la Salud como el primer país del planeta en eliminar la transmisión materno-infantil de VIH-sida y sífilis congénita, en uno de los resultados más relevantes de la ciencia cubana en la esfera de la salud durante el pasado año 2015.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reconoció los logros de Cuba en materia de atención a la niñez al divulgarse hoy aquí los resultados de la encuesta sobre Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS).
Durante la presentación de los datos de la pesquisa a más de nueve mil hogares cubanos, la representante de Unicef en la isla, Anna D’Emilio, manifestó que «son bien conocidos los avances que Cuba atesora en lo referido a la defensa de los derechos de los niños» y resaltó los éxitos del país sobre todo en el ámbito sanitario y educativo.
Por su parte, la experta en temas de infancia y adolescencia Lesbia Cánovas consideró que los resultados de MICS confirman lo alcanzado por una gran mayoría de la población, gracias a la amplia cobertura de las políticas sociales aplicadas por la Revolución cubana en los diversos servicios básicos.
Al exponer los indicadores de la encuesta, la quinta que se realiza, la especialista hizo énfasis en el cuidado a la niñez de la isla que inicia desde que el infante está en el vientre de la madre, mediante el Programa de Atención Materno Infantil, el cual constituye una garantía de seguridad y protección.
En ese sentido, resulta significativo que el 98 por ciento de las embarazadas cubanas recibió atenciones prenatales en cuatro o más consultas por parte de médicos y prácticamente la totalidad fueron atendidas por personal calificado de salud.
Al respecto, el 99 por ciento de los partos fue atendido por el médico, en tanto el uno por ciento restante por una enfermera obstétrica y se produjeron en centros de salud.
Asimismo, el 98,4 por ciento de las madres y sus bebés recibieron chequeos de salud después del nacimiento en una institución o en el hogar, incluida la prueba del talón al 97 por ciento de los recién nacidos, alrededor del quinto día posterior al nacimiento, para identificar la presencia de cinco enfermedades congénitas. Igualmente, apenas el 5,3 por ciento de los bebés tuvo un peso al nacer menor de dos mil 500 gramos (bajo peso).
Además sobresale una excelente cobertura de inmunización, pues la vacunación en niños de 12 a 23 meses de nacidos fue de 99,6 por ciento y, en los de 24 a 35 meses, fue de 96,3 por ciento.
También en el contexto de los programas de desarrollo integral de la primera infancia en Cuba, el 76 por ciento de los niños de 36 a 59 meses asiste a un programa educativo organizado para la infancia temprana (círculos infantiles, aulas de preescolar o la modalidad no institucional).
Datos preliminares de la Dirección de Registros Médicos y Estadísticas de Salud de Cuba indican que durante 2015 ocurrieron en la isla 125 mil 64 nacimientos, dos mil 421 más que en 2014 y se produjeron 535 defunciones en niños menores de un año, lo cual marca una tasa de mortalidad infantil de solamente 4,3 decesos por cada mil bebés nacidos vivos.
Por territorios, los mejores resultados los alcanzaron las provincias de Pinar del Río (3,4), Holguín (3,8), Granma (3,8) y Cienfuegos (3,9), mientras la capital La Habana junto a Santiago de Cuba, las dos regiones más importantes del país conseguían tasas de 4,1, además de Villa Clara y Camagüey.
Asimismo, 28 municipios del archipiélago nacional no reportaron muertes infantiles y mantuvieron en cero su tasa.
De acuerdo con el doctor Roberto Álvarez Fumero, Jefe del Departamento Materno Infantil del Ministerio de Salud Pública, las principales causas de muertes en menores de un año fueron las afecciones perinatales, fundamentalmente las que son consecuencia de nacimientos pretérminos, seguidas de las infecciones congénitas o adquiridas.
Las malformaciones congénitas constituyen la tercera causa, pero se reduce el número de defunciones y mantiene por segundo año consecutivo una tasa en 0,9 por cada mil nacidos vivos, la más baja de la historia, explicó el experto a la prensa nacional.
Otros importantes indicadores sobre el estado de salud infantil se consolidan en la mayor de las Antillas, como la tasa de mortalidad del menor de cinco años, considerado el principal indicador de progreso en el bienestar infantil, y que alcanza la cifra de 5,7 por cada mil nacidos vivos, manteniéndose por cuarto año consecutivo por debajo de seis, dijo Álvarez Fumero al diario Granma.
Datos del Grupo Interinstitucional para las Estimaciones sobre Mortalidad de las Naciones Unidas publicadas en el Estado Mundial de la Infancia 2015, ubican a Cuba entre los primeros 40 países con más bajo indicador.
Cifras aportadas por el Grupo Interinstitucional para las Estimaciones sobre Mortalidad de las Naciones Unidas publicadas en el Estado Mundial de la Infancia 2015, ubican a Cuba entre los primeros 40 países con más bajo indicador.
Asimismo, en el recién concluido año, se redujo la tasa de mortalidad preescolar de 3,8 a 3,6. En el caso de la mortalidad escolar esta obtuvo una tasa de 1,9 por cada mil habitantes de la edad. En 2015, la supervivencia de niños y niñas cubanos a los cinco años de edad se mantuvo en 99,4 por ciento.
Detrás de esos importantes logros está el esfuerzo, dedicación, talento y responsabilidad de los profesionales cubanos de la salud, desde los consultorios del médico de la familia hasta los servicios hospitalarios.
Es decisiva también la participación de las salas de cuidados perinatales, unidades de neonatología y de terapia intensiva pediátrica, de la red de genética médica, de cirugía neonatal y de atención cardiopediátrica, refirió el doctor Álvarez Fumero.
Para muchos expertos, los resultados en materia de salud infantil que alcanza el país caribeño son expresión del acceso universal a la salud y del desarrollo social inclusivo y humano alcanzado, por la prioridad que el Estado cubano brinda a la atención de salud del pueblo.
Así, Cuba cumple con la estrategia y plan de acción regionales sobre la salud del recién nacido, la meta de reducir la mortalidad del menor de cinco años para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los avances en el cumplimiento de las recomendaciones de la Agenda para el desarrollo post-2015. (Tomado de PL)
* El autor es periodista de la redacción de Ciencia y técnica de Prensa latina.