Icono del sitio Trabajadores

Irma sacó la cara por los vecinos

Un sueño conver tido en r ealidad: eliminar el basurero de la esquina de su casa; Irma lo logró. Foto: Agustín Borreg
Un sueño convertido en realidad: eliminar el basurero de la esquina de su casa; Irma lo logró. Foto: Agustín Borrego

 

La basura llegaba casi a la puerta de su casa y ella regañaba a cuanta persona incumpliera con las normas más elementales  de convivencia social. Planteó el asunto  en la asamblea de rendición de cuenta y la  queja quedó asentada en el acta. Pero no le  era suficiente.

Un domingo, cuando los vecinos abrieron puertas y ventanas encontraron un regalo a la vista: el vertedero de la esquina  se había convertido en un agradable jardín  gracias al empeño de Irma, a quien en la  barriada capitalina de Poey todos conocen  con el  sobrenombre de La Negra por el color de su piel.

En la intersección de las calles 4 a  y D “vivió” durante muchos años un frondoso laurel,  al que un día alguien prendió fuego sin razón  alguna. Así nació un basurero que crecía por  años y cada vez le robaba más espacio a la calle.

Ubicado muy cerca de una escuela y de un establecimiento de comercio, el basurero provocaba comentarios, pero todo quedaba en palabras. Los vecinos más cercanos tenían que cerrar sus viviendas, pues el mal olor y la presencia de mosquitos y roedores era una situación difícil de afrontar.

Irma se sobrepuso a las dificultades. Aquel domingo aguardó temprano en la mañana el camión de servicios comunales y pidió a los trabajadores que se llevaran la mayor cantidad de residuos.

Cuando el espacio quedó limpio —con pico y pala en las manos— comenzó a abrir huecos y a sembrar. Al espontáneo trabajo voluntario se unieron otras personas, no obstante al mérito de la limpieza se sumó el de la convocatoria de incorporar a otros.

Pese a la lluvia de esa tarde dominical, Irma permaneció vigilante y cuando una adolescente se atrevió a botar la basura fuera de  los contenedores, exigió limpieza y respeto a su labor.

La esquina cobró un nuevo aspecto y ahora luce flores de marpacífico y otras especies de nuestra flora cubana. El lunes, en su  paso para la escuela, niños y padres quedaron asombrados. La Negra “sacó la cara” por  quienes gustan vivir en un entorno agradable  y limpio.

Ejemplos como este de seguro existen en otras comunidades; constituyen  una expresión de lo mucho que puede hacerse para  solucionar las dificultades que en tal sentido  aquejan a nuestros barrios. Solo hace falta  apoyo popular y empeños como el de Irma,  que aun cuando ya han transcurrido los días,  siempre se preocupa por mantener la limpieza  de la cuadra.

Compartir...
Salir de la versión móvil