Pensando en un tema de interés para cerrar el año no dudamos en concentrarnos en algunas estadísticas de los casos recibidos y publicados durante el 2015, en su mayoría apegados al perfil del periódico.
Sin necesidad de encuestas, nuestra base de datos resulta harto elocuente: hay numerosos problemas en el entorno laboral. Lo positivo de tan peliagudo asunto es que gran parte son solucionables, básicamente por los mismos que los originaron. Tampoco excluimos la responsabilidad sindical. Textos que leemos a diario evidencian desconocimientos y malas actuaciones de dirigentes en estas funciones.
De mil 616 cartas gestionadas desde enero hasta el 2 de diciembre, 543 respuestas clasifican con lugar, con lugar en parte y aclaraciones.
No incluimos las que por ejemplo fueron registradas sin razón, porque transcurrió el tiempo establecido por ley para reclamar. Y aquí volvemos a alertar a los trabajadores, quienes desestiman más de lo debido la vía directa para quejarse: los órganos de justicia laboral (OJL), el sindicato y la CTC en todas sus instancias.
Del total mencionado de correspondencia tramitada, mil 1 atañen a aspectos laborales. Los más significativos son salarios (422), empleo (274) y legislación laboral (122). Todos han tenido reflejo en la sección Buzón abierto.
En cuanto a temas sociales (616), los más recurrentes han sido los relacionados con incumplimientos de la legalidad, la vivienda y los servicios. Entre estos últimos los de telefonía, transporte, acueductos y alcantarillado, y correos.
¿Cómo son posibles tanto desconocimiento y violaciones del Código de Trabajo a casi dos años de entrar en vigor? ¿Por qué se siguen ignorando decisiones de los OJL y de tribunales, y a inicios de año “llovieron” las preguntas por la tabla que antes publicábamos sobre los días laborables? ¿Dónde falló el eslabón de la cadena que a partir de cada ministerio e institución transmitiría la información sobre el régimen laboral y de descanso aprobado?
Los descontentos en cuanto a la aplicación de las resoluciones 17 y 100 pasan por la necesidad de revisarlas y cambiar lo que haya que cambiar, y porque las administraciones no sigan mal interpretando su letra, con el consiguiente desestímulo a la eficiencia y al bolsillo de los vinculados a la producción y los servicios.
Otra norma legal por la cual recepcionamos reiteradas cartas fue la Resolución 267 relacionada con las dietas. Hay confusiones que se saldan con solo leer bien su contenido, pero otras pensamos que requieren explicaciones de las administraciones en los colectivos.
Y hablando de esclarecer, las decenas de cartas que llegan mensualmente con dudas acerca de la aplicación del aumento salarial en el sector de la Salud Pública demuestran que falta por decir en el nivel primario quiénes no están incluidos y en general, sobre qué bases descansa el nuevo salario.
Hay que buscar el porqué de las dudas en la cuantía de las pensiones de numerosas personas próximas a jubilarse y de otras que luego de retiradas se reincorporaron al trabajo socialmente útil.
Gran parte de las situaciones enumeradas no requieren más recursos materiales. La tan mencionada labor cara a cara vista en sus acepciones individual y grupal, lejos de perder vigencia ahora tiene mayor importancia. Para esos ejemplos siempre estará abierto nuestro buzón virtual.
