Florencia nos enamora a primera vista con su fascinante geografía: lomas, valles, palmeras, cuevas, ríos y otros recursos naturales que son protegidos en la actualidad por el Plan Turquino y el proyecto Conectando paisajes, dirigido a la conservación de ecosistemas montañosos y respaldado por el Fondo para el Medio Ambiente Global.
Aunque tales acciones protectoras influyen, impacta más hoy en el panorama campestre de este municipio avileño con nombre de mujer, la recuperación del 60 % de la capacidad del complejo hidráulico Liberación de Florencia, casi agotados meses atrás a causa de la sequía, por lo que aún unos 4 mil habitantes reciben el agua potable a través de carros cisterna.
A pesar de la rudeza de Natura, pobladores de Arroyo Seco y de Los Jurabos, asentamientos del consejo popular de Marroquín, están eufóricos porque allí fueron electrificadas 42 viviendas en el 2015. Mientras, en otros 62 hogares se harán la luz para el nuevo año en Barinca, inversión ya en proceso.
Oeldys García Rondón, vicepresidente del consejo de administración municipal, mencionó también las reparaciones realizadas al estadio de béisbol, la casa de cultura, el museo y la secundaria básica Delfín Moreno, entre otras instalaciones.
El programa para el incremento de la calidad de vida en esa zona montañosa, localizada a 84 kilómetros al noroeste de la ciudad capital de la provincia de Ciego de Ávila, prioriza el uso óptimo de los recursos naturales, especialmente los suelos y el agua, para la seguridad alimentaria de la población.
En la minindustria El Mambí intensifican la elaboración de conservas de frutas y vegetales para ofertarlas en unidades gastronómicas y bodegas. Según el trabajador Yorbis López: “Hemos diversificado las producciones desde la puesta en marcha de nuevos equipos, ahora procesamos trozos de frutabomba en almíbar y pronto fabricaremos encurtidos de tomate y col”.
Entre el lomerío, el campesino Miguel Eduardo Ramírez y sus compañeros desafían el sol y emprenden una siembra tardía, pero obligatoria por ser el tabaco el emblemático y principal cultivo de la zona. Mientras cerca de la vega logran con precisión las puntadas del sobrecumplimiento del plan anual en el taller 8 de Marzo, donde hoy un colectivo femenino hace sábanas y bermudas.
Para Yosvani Ojeda Hernández, administrador del motel Las Pojas, “el 2015 ha sido el mejor porque comenzamos a prestar los servicios de la piscina y el cabaré nocturno, se rehabilitó el 50 % por ciento de las habitaciones y seis de ellas fueron climatizadas, cumplimos hasta la fecha las ventas planificadas…”
Los más de 7 mil trabajadores florencianos, de ellos 2 mil 526 no estatales, son protagonistas de la eficiencia económica del único municipio montañoso del territorio avileño, con potencialidades para ejecutar en el nuevo año proyectos con presupuestos ya aprobados, a fin de ampliar la producción de materiales de la construcción, remodelar la dulcería La Crema y optimizar el sistema de recogida de desechos sólidos.
Ahora el desarrollo no solo llega en tren a esos parajes, como hace casi 90 años, cuando se inauguró allí el tramo correspondiente al Ferrocarril del Norte de Cuba, hecho que propició el surgimiento del nombre del poblado.
Desde entonces, ni por vías férreas ha llegado un documento testifical de su topónimo oficial. Sin embargo, la historia lo reconoce como un gesto de gratitud para con aquella noble mujer llamada Florencia, quien atendiera a los constructores de los caminos de hierros, por donde zigzaguea la cotidianidad en la localidad de los bellos paisajes.
Acerca del autor
Licenciado en Comunicación Social. Economista y periodista. Escribe sobre asuntos económicos, agropecuarios, de la construcción y la cultura. Multipremiado en concursos de periodismo, festivales de la radio y otros eventos. Atesora las distinciones Félix Elmuza y Raúl Gomez García, los sellos Laureado y 50 aniversario del periódico Trabajadores, y la Moneda Conmemorativa 60 aniversario de la UPEC.