La edición LIV del Torneo Nacional Playa Girón pondrá fin a la temporada 2015 del boxeo cubano, pero ello no implicará una pausa en el ajetreo de los mejores pugilistas del país.
Tras imponerse en el certamen del orbe de Catar y los Juegos Panamericanos de Toronto, y acabar segunda en la V Serie Mundial, la tropa dirigida por Rolando Acebal ya tiene encima la sexta versión de este último evento (comienza en enero) y la preparación para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
El descanso, por tanto, ha sido limitado y la programación del trabajo por parte de los técnicos será decisiva en el logro de formas óptimas en varios momentos del año, pero sobre todo en agosto durante la cita carioca bajo los cinco aros.
La justa nacional, con acciones desde ayer en Camagüey, tendrá entonces varias motivaciones: examinar cómo anda la salud del boxeo en las provincias; apreciar la forma que tienen ahora nuestras principales figuras; y esclarecer un tanto cómo se podrían manejar titularidades en divisiones sin un claro líder en este momento.
Nadie duda que Johanys Argilagos (49 kg), Yosbany Veitía (52 kg), Lázaro Álvarez Estrada (60 kg), Yasniel Toledo (64 kg), Roniel Iglesias (69 kg), Arlen López (75 kg), Julio César La Cruz (81 kg) y Erislandi Savón (91 kg) llevan ventaja sobre sus adversarios de turno y deben, además de imponerse esta vez en el Palacio de los Deportes Rafael Fortún, asumir protagonismo internacional en la campaña del 2016.
Sin embargo, en 56 y +91 kilogramos el debate tiene otras connotaciones y los técnicos deberán pronunciarse tras apreciar los resultados del clásico nacional. Entre plumas la pugna se cierne alrededor del líder continental Andy Cruz y el monarca olímpico de Londres 2012 en los 52 kg, Robeysis Ramírez, de quien se dice ha mejorado muchísimo su estado físico, el nivel técnico y sobre todo la actitud que le llevó a reinar en la capital británica con apenas 18 años de edad.
Por otro lado, entre gigantones volverán a coincidir en el ring Leinier Peró, Yohandris Toirac y José Larduet, un trío de experiencia internacional, pero cuyos resultados al más alto nivel siguen pendientes. La verdad es que ceden en talla y peso corporal ante los mejores hombres del planeta, elementos decisivos en tanto “allá arriba” los rectos, ganchos y swines traen detrás muchísimas libras de peso.
El Girón que acaba de comenzar no solo debiera dejar respuestas de cara al reto olímpico que se avecina, sino también buenas demostraciones arbitrales y mucho espectáculo, es decir, peleas vibrantes que hagan estremecer la sala agramontina.
Pinceladas históricas
Los camagüeyanos acogerán por sexta vez el torneo Playa Girón, pues antes lo tuvieron en 1967, 1976, 1978, 1991 y 2004. Todavía la provincia con más ediciones realizadas es La Habana (9).
Los anfitriones tratarán de levantar su quinto trofeo consecutivo, un mérito que solo han sobrepasado los elencos de Orientales (siete entre 1970 y 1976) y Pinar del Río (seis entre 1987 y 1992). La lista de territorios máximos ganadores sigue liderada por pinareños (14), orientales (10) y capitalinos (10), estos últimos comprendidos a partir de 1977. La antigua provincia habanera (1962-1976) cosechó cinco lauros.
La pugna en el acápite de títulos muestra un empate en la cima entre camagüeyanos y pinareños (70), un detalle que podría brindar gran lucidez a la cita. Muy cerca anda la actual capital (68), en tanto Guantánamo (63) y Santiago de Cuba complementan esa avanzada. Debe hacerse notar que los equipos habaneros previos a 1977 alzaron 52 fajas.
En el orden individual deberá seguirse con atención la búsqueda de la octava corona por parte de Iglesias, así como la séptima de La Cruz, quien de ganar se convertiría en el líder histórico de la división semipesada, por delante de Pablo Romero (1982 y del 84 al 88).
Toledo también buscará su séptima faja; Veitía la quinta; Ramírez y Peró la cuarta; Álvarez y Savón la tercera; Arlen la segunda; y el flamante campeón mundial Argilagos la primera.
