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La lucha por la emancipación es permanente

Lorena también ha sido diputada al Parlamento Centroamericano, Parlacen. Foto: Joaquín Hernández Mena
Lorena también ha sido diputada al Parlamento Centroamericano, Parlacen. Foto: Joaquín Hernández Mena

 

Temprano en su vida sintió la injusticia. Tenía apenas 15 años, alfabetizaba en comunidades rurales como una suerte de misionera cuando la Guardia Nacional decidió cortar tan noble empeño con el argumento de que los adolescentes y jóvenes allí presentes estaban incitando a la sindicalización en el campo.

Comenzaba la década de los 70. La sociedad salvadoreña era sacudida por movilizaciones populares, huelgas obreras… La vida de Lorena Peña Mendoza corría de prisa: estudios de enseñanza secundaria, bachillerato… “Mi casa era un hervidero político; a pesar de la discreción y protección hacia mí por ser la más chica, notaba el quehacer revolucionario de mis padres y mis hermanos. Yo no podía ser menos; en mayo de 1973 me incorporé a la guerrilla urbana, a la edad de 17 años”.

Así rememora decenios después su inicio en las luchas políticas y sociales esta activa mujer que hoy preside la Asamblea Legislativa de El Salvador, y vuelve a Cuba por octava ocasión, porque esta tierra siempre le resulta cercana y solidaria.

“El propósito de la visita ha sido encontrarme e intercambiar con el diputado Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; establecer una más estrecha relación con el grupo parlamentario de amistad Cuba-El Salvador (Lorena preside el similar radicado en el país centroamericano), así como reunirme con la dirección regional de la Federación Democrática Internacional de Mujeres, y también con representantes de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.”

Integración a la guerrilla urbana, suburbana y rural, jefa de dos frentes de guerra —paracentral y occidental—-; parte del mando del frente metropolitano, comandante del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) a golpe de acciones y victorias. Tales hechos expresan a las claras la intensa vida de Rebeca, el seudónimo que adoptó durante los años de lucha clandestina y armada.

“Mi experiencia en las guerrillas la considero abarcadora, pues no se trató solo de combatir, sino de dirigir y atender a una tropa numerosa, hacer vida en campaña, instruir … Recuerdo que algunos combatientes ideamos que cada cual llevara un libro en la mochila para luego intercambiárnoslo. Así leímos muchas obras, y entre ellas no faltó la poesía esperanzadora de Roque Dalton:  Y que mis venas no terminan en mí/ sino en la sangre unánime/ de los que luchan por la vida/ el amor…”

Hacia el final de la guerra sus compañeros la seleccionan para integrar la comisión política diplomática de negociación para los acuerdos de paz  en Chapultepec, México.

‘Los acuerdos se logran a inicios de 1992.  Acababa de cumplir 36 años, precisa. Aquellas jornadas  permitieron comprobar que el FMLN ya era entonces uno de los movimientos populares más sólidos en América Latina, y ello se demostró dos años después, cuando como fuerza participa en sus primeras elecciones presidenciales y parlamentarias y, aunque no gana, alcanza el 35 % de los votos. Los años 90 resultaron difíciles para la izquierda, pues había  caído  el campo socialista.

“En ese contexto me eligen diputada. Me desempeño como secretaria de la comisión de la mujer y creo haber contribuido a impulsar una política de género más justa. Estuve en  tres mandatos; luego ocurrió la renovación automática que el FMLN establece, y vuelvo al Parlamento en el año 2009”. apuntó.

A Lorena no le sorprenden  los intentos de restauración neoliberal  que están sucediendo en nuestra región. Ella sabe que las fuerzas reaccionarias, con siglos recorridos de explotación, no iban a quedarse cruzadas de brazos ante el empuje y realización de gobiernos populares.

La batalla por la emancipación es permanente, afirma, porque la derecha busca recuperar el poder, sus privilegios. No podemos ser ingenuos. Fíjate que siempre tratan de criminalizar a dirigentes de izquierda: Chávez, Maduro, Lugo, Correa, Evo, Lula, Dilma… Y cuando los verdaderos corruptos caen, gritan y usan los medios de prensa para decir que hay persecución política.

“Nuestra gran tarea es contribuir y desarrollar una hegemonía política y cultural sólida, que favorezca a los sectores de la sociedad. Hay que defender con clara determinación los intereses de la base social, para que nunca te abandone”.

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