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Conectar nuestra economía con el mercado

Alejandro Gil Fernández, viceministro primero de Finanzas y Precios, explicó que la diversificación de las ofertas estatales se logra con una producción empresarial eficiente. Foto: Eddy Martin
Alejandro Gil Fernández, viceministro primero de Finanzas y Precios, explicó que la diversificación
de las ofertas estatales se logra con una producción empresarial eficiente. Foto: Eddy Martin

 

Las transformaciones en la empresa  estatal socialista que se realizan  como parte de la actualización del  modelo económico garantizan mejores  resultados en la productividad y  contribuyen indirectamente a la estabilidad  de los precios de las ofertas no  estatales, especialmente vinculadas a  las necesidades básicas de la población,  tal y como se expresa en los Lineamientos  de la Política Económica  y Social del Partido y la Revolución.

Una vez trazadas estas directrices,  el Ministerio de Finanzas y Precios  (MFP) emitió resoluciones que permiten  la aprobación de precios específicos  en las empresas; igualmente mantiene  algunos que se corresponden con los  servicios de consumo de toda la población,  como la electricidad, el cemento,  la barra de acero, el combustible y las  tarifas de agua y transportación de  carga, según explicó a Trabajadores  Alejandro Gil Fernández, viceministro  primero de este organismo.

“Hemos otorgado facultades a las  empresas, a las organizaciones superiores  de dirección empresarial (Osde) y a  otras entidades para que puedan aprobar  los precios de sus producciones y  servicios. Lo que establecemos en el Ministerio  son las metodologías para formarlos”,  explicó Gil Fernández.

Refirió, además, que la descentralización  es un proceso gradual y  que el objetivo es que el precio lo determinen  las empresas. No obstante,  algunos se fijan a nivel de Osde y de  otras entidades, mientras se crean las  condiciones, lo cual responde a un  proceso transitorio.

Apuntó que para aprobar un precio  hay que tener en cuenta también el valor  que el mercado reconoce, y que para  obtener utilidades es necesario producir  a menor costo, lo cual impulsa la eficiencia  empresarial.

¿Qué mecanismos contribuyen a la  estabilización de los precios? 

No es eficiente que los precios respondan  a una voluntad; son los que  pueden ser, justificados en función de  los costos reales y volúmenes de producción,  que luego se convierten en ofertas.

Por lo tanto, la estabilización de  precios es resultado de políticas estatales  que estimulen la producción,  manteniendo centralizados solo los  imprescindibles.

A lo anterior, el Estado puede y  debe influir mediante mecanismos indirectos,  y no con una constante y sistemática  intervención administrativa.  Por otro lado, si no tenemos en cuenta  el mercado se crean distorsiones en el  funcionamiento de la economía.

Una política estatal que incentive  la producción, a partir de sistemas  de retribución a los trabajadores  con arreglo al incremento productivo,  ayuda a estabilizar los precios.

Es decir, que la Resolución 17 del  Ministerio de Trabajo y Seguridad Social  (MTSS), la Resolución 100 del MFP  y todo lo que esté enfocado en generar  más producción, constituyen mecanismos  para influir en el control de los precios  eficientemente.

Algunas de las normativas emitidas  recientemente por el MFP están  dirigidas a la disminución del precio  de combustible. ¿Qué impacto han  tenido en las empresas y en la población? 

En el último trimestre del año pasado,  el MFP emitió las resoluciones  de los precios del combustible, y en  febrero y octubre de este año hicimos  dos rebajas en las empresas, teniendo  en cuenta la disminución de los precios  internacionales.

Han tenido un impacto favorable  porque les permite reducir costos y el  precio de la electricidad, lo cual es un  ejemplo de que nuestra economía tiene  que funcionar conectada con el mercado,  pues de lo contrario los costos de  la producción no son reales, puntualizó  Gil Fernández.

Agregó que se observa una reducción  del kilowatt. Es decir, a partir del  primero de octubre del 2015 las empresas  compran más barato el combustible,  pagan menos la electricidad y las  tarifas de transportación de carga.

Sin embargo, no se constatan impactos  en la población porque no ha  habido un despegue productivo, aunque  existe un aumento en la oferta de  bienes.

Acrecentar la oferta es el mecanismo fundamental que tiene el Estado para influir y regular indirectamente los precios. Foto: César A. Rodríguez

 

¿Cuáles medidas se han implementado  para la reducción de precios de  venta liberada? ¿Con qué protección  cuentan algunas personas que no pueden  acceder a la oferta y la demanda? 

Hay que precisar que todos los  precios liberados no se forman por  oferta y demanda como los de las  tiendas recaudadoras de divisas y de  la red estatal de comercialización en  CUP. Estas responden a metodologías  que toman en cuenta los costos y establecen  un límite de ganancia para  la comercialización, así como los impuestos  con los cuales el presupuesto  financia el gasto público.

Esto explica, en parte, el desabastecimiento  de determinados productos  en la red estatal. Si los precios fueran  de oferta y demanda, cuando se produce  escasez subirían automáticamente,  pues es un mecanismo regulador.

Es decir, siempre habría presencia  física de productos, pero a precios que  aumentarían constantemente ante la  falta de oferta o el exceso de la demanda;  pero eso no sucede en Cuba, donde  los precios de la red estatal están altos  con respecto al salario, pero no hay incrementos  sostenidos.

Por su parte, los precios de las  nuevas formas de gestión económica sí  responden a la oferta y la demanda.

Existen productos en el mercado  agropecuario que tienen precios fijos  por el Estado, como el arroz, la papa,  el frijol. Acrecentar la venta de productos  es el mecanismo fundamental  para influir y regular indirectamente  en los que se forman por la oferta y la  demanda.

Se deben generar mayores ingresos,  lo que se observa en el crecimiento  del salario medio en el sector empresarial,  con arreglo al trabajo y el incremento  productivo.

La protección a la población en  nuestro sistema es una prioridad. Se  destinan más de 3 mil millones de pesos  del presupuesto al subsidio de la  canasta familiar normada y existen  políticas sociales que protegen a toda  la población y en especial a los sectores  más vulnerables.

Varias opiniones de la población,  incluso de algunos especialistas, refieren  que el Estado debe y puede regular  más los precios del mercado, ¿qué valoración  le otorga usted? 

Al respecto, refirió el Viceministro  que el Estado puede y debe incidir en  los precios del mercado, pero no limitándolos  a partir de la centralización,  sino por mecanismos indirectos.

“Si la oferta estatal es sistemática  y la comercialización es adecuada, se  puede influir en el nivel de los precios  de las formas no estatales.

“También existen medidas para  potenciar la producción agropecuaria,  las que están dirigidas a financiar  créditos a mediano y largo plazos,  parte de los intereses bancarios y gasto  del seguro, lo cual permite reducir  los costos y a la vez potenciar la producción.

“El Estado puede regular más utilizando  mecanismos indirectos, a partir  de la creación de condiciones que  estimulen las fuerzas productivas y la  oferta de bienes, lo que se logra con el  respaldo productivo”.

¿Cuál es su valoración acerca de  la marcha de la implementación de la  política de precios expresada en los  Lineamientos? 

Se ha avanzado en su implementación,  esencialmente con la descentralización  de facultades y la conexión de  nuestros precios internos con los del  mercado internacional.

Hay que continuar trabajando para  alcanzar el despegue productivo que se  necesita, de forma que se refleje en un  crecimiento sistemático de la oferta.

Lo que hacemos todos los días va  en esa dirección y tenemos plena conciencia  de lo que nos falta por alcanzar  y también está claro el camino, sin  improvisaciones ni medidas de corto  plazo que no conduzcan al incremento  de la producción eficiente de bienes y  servicios, que es la única vía sostenible  para alcanzar una adecuada correlación  entre los precios y los salarios.

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