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La misión de formar un profesional ético y patriótico

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Foto: Agustín Borrego

 

Nuestra principal tarea en la educación superior tiene que ser formar un ciudadano ético, patriota, que a partir del ejercicio de su profesión interactúa con la sociedad, afirmó Rodolfo Alarcón Ortíz, ministro de Educación Superior en el intercambio que tuvo lugar  este jueves con los delegados a la Primera Conferencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte.

Alarcón manifestó que la educación superior,  si pretende ser pertinente,  necesita  estar permanentemente en sintonía con lo que sucede en Cuba y en el mundo;  y el día que no sea así deja de ser una educación superior al servicio de su pueblo y la Revolución.

De manera que no es un asunto de segunda importancia estar interpretando por donde anda Cuba, por donde anda el mundo, dijo  y en ese sentido se refirió a los peligros de la globalización neoliberal que tiende a aplicar una empobrecedora monocultura.

“Y a nosotros los educadores nos toca directamente porque se pretende  que adoptemos patrones de consumo y aceptemos una ideología de consumo a escala global. Tenemos que estar conscientes de esa realidad y si no advertimos en los momentos en que esas influencias están llegando, y no somos capaces de influir sobre nuestros educandos de manera que no se cumpla ese propósito, no estaríamos cumpliendo el papel que nos corresponde.

“Yo diría que el claustro de nuestra Educación Superior tiene que estar perfectamente persuadido de que esta es una realidad y que le toca directamente en su trabajo cotidiano. Sobre todo, a los países subdesarrollados se les trata de imponer una definición ideológica de universidad dominada por el mercado y el consumismo”, alegó.

Alarcón abordó la importancia que ha adquirido el conocimiento como principal motor del crecimiento económico de los países, y manifestó que en la actualidad es vertiginosa la velocidad con que los nuevos procesos y productos tienden a volverse obsoletos.

“Eso tiene una influencia directa en nuestro trabajo; en el 1975 la humanidad podía duplicar el conocimiento cada doce años, hoy cada 73 días, en algunas ramas específicas como la informática, la genética, la química, se duplica.

“Si no estamos conscientes de esas realidades y no transformamos la Educación Superior a tono con ello, posiblemente dejaremos de ser pertinentes. La materia prima y la fuerza de trabajo ha perdido importancia para ser suplantada por la ciencia y la tecnología; lo que se convierte en riqueza es el intelecto, promotor principal del desarrollo en los países”, subrayó.

En otro momento de su intervención, el titular del ministerio de Educación Superior se refirió a la necesaria  integralidad a la hora del trabajo académico y científico, dada la complejidad que este mundo vive.

Acerca de ello apunto que es imprescindible contar con las ciencias humanas y sociales,  pues a veces,  desgraciadamente,  no son tenidas en cuenta por los tecnócratas. “Es lamentable que haya universitarios  que no le den importancia a la formación humanística que es la base del desarrollo político ideológico que en el futuro puedan tener nuestros egresados universitarios”, subrayó.

Reconoció que la principal transformación  que debe hacerse en la educación superior es cambiar la manera de pensar y de actuar en el momento adecuado y estar permanentemente en vigilia sobre lo que ocurre alrededor para tratar de analizar qué estamos haciendo en el contexto cubano.

En ese sentido señaló que la actualización del modelo económico cubano es un reto. “Si ahora hemos anunciado algunas transformaciones me parece que lo más importante es el espíritu permanente de transformación de acuerdo con las realidades que nos rodea y no quedarnos atrás”.

Posteriormente, algunos delegados intervinieron y plantearon preocupaciones de sus colectivos. Entre ellos estuvo Gerardo Antonio Mier, secretario del Buró sindical de la Universidad de Matanzas, quien expuso la necesidad de revisar la política salarial en el sector y de  seguir mejorando la conectividad. Por su parte, Mayda Díaz, del buró sindical de la Universidad de La Habana, manifestó que la respuesta a los problemas que se plantean no están acorde con la rapidez con que cambian los tiempos, pues algunos demoran.

Al referirse a las cuestiones planteadas, Alarcón dijo que muchas cuestiones dependen de las posibilidades económicas del país, y recordó que la Revolución nunca ha escatimado recursos para ponerlos en función de la educación. Abundó sobre las mejoras que desde el punto de vista de conexión a internet ha existido en los últimos años en las universidades y dijo que la conectividad nacional se ha duplicado en relación con años atrás. Agregó, entre otros temas,  que hoy existen 350 puntos de wifi en las universidades.

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