El jurado del XVI concurso nacional Ala Décima 2016 sesionará en diciembre en Las Tunas, como parte del programa por el aniversario 22 de la Casa Iberoamericana de la Décima Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, que transcurrirá entre los días 18 y 20, después del V Encuentro Nacional de Escritores Rurales (días 16 y 17 en la comunidad de San José, municipio tunero de Colombia) y el X Encuentro Décima al filo (del 13 al 15 en la ciudad camagüeyana de Guáimaro). Esta entidad evaluadora estará integrada por los poetas Miguel Mariano Piñero, Samuel Perdomo y Yuslenis Molina, todos miembros de la Filial provincial del Grupo Ala Décima en Las Tunas, a la cual perteneció el reconocido creador Juan Manuel Herrera Álvarez (21 de diciembre de 1955 – 20 de marzo de 2015), a quien le rendirá tributo esta edición del certamen, a nueve meses de su desaparición física y a los 60 años de su nacimiento.
El actual proceso de revitalización de la décima escrita cubana, iniciado entre finales de los 80 y principios de los 90 del pasado siglo, lo tuvo entre sus adelantados, los poetas que dieron con su obra tempranas señales de ese interés, y también entre los protagonistas de los sucesos colectivos que influyeron en la nueva coyuntura estética, como el surgimiento en 1993 del Grupo Espinel-Cucalambé, creado en Puerto Padre (perteneciente a la provincia de Las Tunas) por esa emblemática figura que es Renael González Batista. De ambos aspectos no es posible hablar sin referirse a Juan Manuel Herrera Álvarez, nacido en Camagüey, formado como escritor en la ciudad puertopadrense, fundador junto a Renael de la mencionada agrupación y merecedor en el lapso aludido, por dos ocasiones, del Premio Nacional Cucalambé. Su único libro publicado, La luz me toma (Editorial Sanlope, 1992) es de los títulos de obligada referencia en la etapa inicial del referido proceso.
Su obra literaria estuvo siempre compartida con su labor creativa para la escena, para los medios audiovisuales y para la música. En este último campo, como autor musical, cosechó numerosos lauros en festivales como Cantándole al sol y Emiliano Salvador in memóriam. Es significativo su quehacer como cuentero popular, cuyo más reciente reconocimiento fue el Premio Caisimú en el IX Festival Palabra Viva, celebrado en Las Tunas en octubre del 2014. Durante muchos años se desempeñó como especialista de la Casa Iberoamericana de la Décima Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé, y en ese contexto fundó y dirigió la compañía artística infantil La monedita del alma. En el 2013 integró la filial del Grupo Ala Décima en Las Tunas.
Con todo y la fineza escritural que se aprecia en la obra de Juan Manuel, sus hermanos en la poesía recuerdan con mucho cariño la sencillísima décima improvisada por él para saludar, en diciembre del 2011, a los participantes del VI Encuentro Décima al filo, al presentarse en la apertura del evento:
Aquí llegué en la mañana / a cantar sueños cubanos / y me encontré a mis hermanos / de la décima cubana. / Ya se me abrió la ventana / del verso donde me asilo. / Desde mi puesto vigilo / a la Patria y su raíz, / por eso grito feliz: / ¡Que viva Décima al filo!