El director de Alto Rendimiento del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), el máster José Antonio Miranda Cabrera, consideró este martes que Cuba tiene potencialidades para obtener resultados positivos en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
Su apreciación se escuchó en una de las sesiones de la VI Convención Internacional de Actividad Física y Deportes (Afide), que acontece en el Palacio de Convenciones de La Habana, con amplia participación internacional.
Miranda Cabrera informó que el país posee hasta el momento 43 atletas clasificados para la cita bajo los cinco aros del venidero año, repartidos entre boxeo, tiro, remo, pentatlón, lucha, gimnasia artística, canotaje y judo.
También confirmó que la actual preselección olímpica la forman 290 atletas, de los cuales están pendientes de clasificación unos 172 aproximadamente, distribuidos entre más de diez disciplinas.
Sobre el certamen que se avecina en el Gigante Sudamericano, el directivo explicó que aparecen inscritas 206 naciones y que se entregarán 306 juegos de medallas, 161 de ellos en la rama masculina, 136 en la femenina y nueve en pruebas mixtas.
Al valorar el escenario internacional en el cual se lidiará durante el verano próximo, Miranda Cabrera recordó los impactos de la creciente comercialización, la compra y venta de atletas y la nacionalización de los mismos en países con mayor poder financiero.
Al mismo tiempo señaló que se han elevado la atención gubernamental y empresarial al deporte en muchos países; también los casos de dopaje y paradopaje; la parcialización del arbitraje; y el desarrollo tecnológico que no está al alcance de todas las naciones por igual.
Otras condicionantes del momento tienen que ver con el incremento de las exigencias a nivel de reglas competitivas; y del número de competencias en cada temporada, muchas de ellas cercanas en el tiempo y con carácter clasificatorio para los grandes eventos.
Para enfrentar tales complejidades y asegurar el resultado deseado, en los próximos meses se laborará —según dijo el estratega— en la evaluación de la preparación (objetivos y ciclos), y el aseguramiento de los implementos necesarios, las condiciones de alojamiento y el sistema competitivo nacional e internacional. También serán centrales el control médico, el estudio de rivales y la aplicación de los resultados científicos durante la puesta en forma de la delegación.
A largo plazo, con vistas a los venideros ciclos olímpicos, se ha planteado la necesidad de renovar los atletas y entrenadores que se requieran; perfeccionar el sistema de formación integral y potenciar el trabajo personalizado con los deportistas.