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Y ahora: ¡Nuestra pelota!

La 55 Serie Nacional continuará esta semana con la celebración de los partidos sellados.  Foto: José Raúl Rodríguez Robleda
La 55 Serie Nacional continuará esta semana con la celebración de los partidos sellados. Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

 

La primera edición del Premier 12 es historia. Sudcorea levantó un título bien merecido y para Cuba el sexto puesto final, lejos de satisfacción, deja más compromiso, acciones y decisiones técnicas y prácticas a tomar en el más corto plazo si no queremos vivir historias similares dentro de par de años en el IV Clásico Mundial.

Sin embargo, desde esta semana nuestra Serie Nacional vuelve a atrapar los comentarios con la celebración de partidos suspendidos que despejarán los cuatro boletos pendientes para la segunda etapa. Al mismo tiempo, el equipo Leones de Nittany, de la Universidad de Pensilvania, Estados Unidos, sostendrá desde este lunes cuatro juegos amistosos con Industriales, Ciego de Ávila (el 25), Mayabeque (27) y Matanzas (28).

Lejos de cualquier tranquilidad anda nuestra pelota. Un posible contrato de cinco jugadores para la Liga Profesional de Colombia —anunciado en varios sitios web, pero sin confirmar por la Federación Cubana—; la selección de los refuerzos el 9 de diciembre y el esperado Juego de Estrellas 12 y 13 en Las Tunas, son noticias que provocan reflexiones.

Aprobamos con dos manos las inserciones de nuestros peloteros en ligas siempre que se cumpla el sentido de aumentar su nivel, aportar experiencias y por supuesto, obtener un beneficio económico. ¿Pero acaso la liga colombiana aportará los dos primeros postulados a integrantes de nuestras selecciones nacionales? ¿Es oportuno prescindir de ellos para la fase élite de la temporada cubana?

En cuanto a la próxima incorporación de cinco jugadores a las formaciones clasificadas, propondría que la bolsa de aspirantes fuera ordenada a partir del rendimiento por posiciones, lo cual ayudaría a directores, cuerpos técnicos y aficionados en la valoración de los elegidos, que a la postre han contribuido a más de un campeonato desde que se implantó este sistema.

Finalmente, en relación con el desafío de las Estrellas no comparto haber eliminado la votación popular, pues al margen de que la simpatía regional imponía una dosis de parcialidad, era la posibilidad —quizás única— de que los aficionados se sintieran parte y decisores de un suceso beisbolero. ¿No hubiera sido mejor que el pueblo votara por los nueve regulares y el resto completarlo desde la Comisión? ¿Por qué retroceder en lugar de perfeccionar?

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