La entrada en operaciones del hotel Las Conchas 2, en Varadero, eleva a más de 20 mil la cifra de trabajadores previstos para desempeñarse en la temporada de alta turística en Matanzas, el también llamado período invernal que transcurre de noviembre a abril, donde Cuba recepciona sus mayores flujos de visitantes foráneos.
El exigente momento demanda de otras contrataciones cíclicas para dar óptima cobertura en la red hotelera y extrahotelera, una tendencia no menos importante en la infraestructura no estatal, casas y hostales de renta coherentes en su preparación con los potenciales números de arribos de un polo como Varadero, que por octavo año recibió un millón de turistas extranjeros, esta vez en septiembre.
La elevada preparación de los recursos humanos constituye uno de los aspectos distintivos de la industria de ocio yumurina, necesitada al parecer de enfocarse en la superación idiomática de algunos de sus empleados, a la par de otros que dominan tres lenguas.
De igual manera, el trato cordial de estos empleados, clasifica como uno de los elementos que más elogian los clientes, y en especial, los directivos de otras naciones, convencidos de que la diferencia en un Caribe de playas la marca precisamente la afabilidad del personal.
Sin embargo, a juicio de Ivis Fernández Peña, delegada del Mintur en la occidental región, existen todavía reservas que pudieran colocar al destino Matanzas en una posición de amplio privilegio en dos categorías tan relevantes como niveles de satisfacción y repitencia. “Hay una gran responsabilidad en el desempeño y actuar de los hombres y mujeres, especialmente en el tema de la calidad”, reflexionó. Reconoció que el destino está en mejores condiciones, tanto en lo comercial como en lo cualitativo, lo que debe reflejarse en adecuados resultados económicos. “Se puede hacer más”, sentenció.
Aunque los trabajadores consultados aseguraran estar conscientes de todo lo que de ellos se espera, consideran que las expectativas podrán cumplirse también en la misma medida que se atiendan en Matanzas asuntos que hoy continúan preocupando como la inestabilidad del transporte obrero o las afectaciones salariales asociadas a la aplicación de las resoluciones normativas de los pagos.
