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La doble condición de Adriana: maestra y estudiante

Confiesa que le gusta enseñar, también aprender. Desborda ternura cuando habla, es además apasionada, concentrada y precisa. Adriana González Fernández es una muchacha que ha encontrado en su profesión de maestra el impulso para ascender.

Asegura que su decisión de estudiar en la Escuela Pedagógica Manuel Ascunce  fue certera porque tiene vocación para ello. “ Me fui dando cuenta que me gustaba de verdad ser maestra a medida que pasaban los años y me vinculaba con las escuelas, los niños y las formas de aprendizaje, me  sorprendí un día extrañando el ambiente escolar”, revela.

Actualmente a su doble condición de trabajadora y estudiante dedica todo su tiempo. Es maestra de primer grado del  seminternado primario Osvaldo Socarrás de Santa Clara y a la vez cursa el primer año de la licenciatura en esta misma especialidad en la sede pedagógica de la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Vilas.

Quienes la conocen cuentan que es de las primeras en llegar al plantel, abrir el aula, recibir a cada uno de sus alumnos con la más amable de las sonrisas, la más pausada voz y acumular la energía necesaria para compartir con 26 “locos bajitos” que  espera siempre la recuerden.

Esta muchacha afirma que planificando el tiempo todo puede hacerse. “El pasado año fue muy difícil: mi primer curso como docente, me preparaba asimismo para las pruebas de ingreso a la Universidad, ambas  funciones requirieron de mi toda la entrega y lo logré. En este momento me consagro a estudiar, ello me fortalece para dar mejores clases y enseñar a mis alumnos, al mismo tiempo me sirve para salir adelante  en los estudios pedagógicos “,  dice convencida de que estudiar y trabajar es una meta ardua, pero  posible de alcanzar.

Adriana rodeada de pequeños príncipes que confían en ella, asevera que  cada día del curso recibe una felicidad distinta. “Cuando  veo  que los niños leen, escriben, suman, restan me emociono, conmuevo. No me imaginaba que era una satisfacción tan inmensa”.

“Este día del estudiante es de sentimientos encontrados, lo celebraré  por partida doble: Con mis alumnos y con mis compañeros de carrera. Ser estudiante es una etapa grandiosa que estamos disfrutando mis estudiantes y yo. Creo que siempre  es condición estará dentro de mí por la profesión que elegí, porque en ella estudiar es una constante y en Cuba están las condiciones ideales para ello”, puntualiza.

Adriana González Fernández es una muchacha que ha encontrado en su profesión de maestra el impulso para ascender
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