“Dentro de 20 años  quiero estar vivo”

“Dentro de 20 años quiero estar vivo”

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Junto a la bailarina Inés María Preval, en Carcinoma, una de sus más recientes creaciones. Foto: Yuris Nórido
Junto a la bailarina Inés María Preval, en Carcinoma, una de sus más recientes creaciones. Foto: Yuris Nórido

 

En los últimos años, pocos, poquísimos  coreógrafos cubanos han recibido  más reconocimientos y premios  que Yoel González. Y pocos —estoy  tentado a decir que ninguno— ha coreografiado  tanto.

Este guantanamero comenzó sus  andanzas profesionales en la compañía  Danza Libre, pero hace algún  tiempo fundó Médula, una agrupación  que ha llamado la atención más  allá de su provincia natal.

¿Cómo te las arreglas para crear  tanto? 

Yo ni siquiera paso trabajo para  concebir una coreografía, porque casi  siempre parto de una inspiración y esa  inspiración siempre es una vivencia.

¿Todas tus coreografías parten de  vivencias? ¿No hay montajes que partan  de lo abstracto, de alguna concepción  filosófica, de una idea que no  tenga que ver con un hecho concreto? 

Puede ser, pero al final todo tiene  que ver con mi experiencia. Pongamos  por ejemplo Carcinoma, una de mis  obras más recientes; en apariencia es  un tema muy general y universal (el  cáncer, la metástasis), pero yo tengo  que procesar esas ideas desde mis  particulares vivencias. En ese caso  fue la enfermedad de una tía mía.  Después viene el proceso de creación,  que tiene mucho de experimentación.

¿Eres un coreógrafo cerrado, aferrado  a tu idea, o estás abierto a la  participación de los bailarines?

Creo que el trabajo se enriquece  cuando el proceso se abre a la participación  de todos. Yo propongo el tema,  marco un punto de partida, defiendo  un camino que no tiene que ser absoluto  o excluyente. Después voy instando  a los bailarines para que vayan  aportando su propia visión, esa información  que a veces está escondida en  el cerebro, en el cuerpo…

Has trabajado con muchas compañías  —Danza Libre, Danza Fragmentada,  Codanza…—, ¿por qué esa  necesidad de crear un grupo propio? 

Es sencillo: quiero contar mi propia  historia. Un grupo propio es el  mejor testimonio, el más fiel, la garantía  de una presencia, el espacio sin  condicionamientos ni límites. Yo vivo  para mi trabajo, estoy aquí para buscar  la obra maestra.

¿Qué prefieres: estar sobre el escenario  o frente al escenario? 

Es circunstancial, depende de la  obra. Hay algunas en que quiero —tengo  que— estar dentro y otras en que me  complace más ser un espectador. También  depende de los bailarines. Si estoy  convencido de su seguridad en lo que  hacen, que están perfectamente comprometidos  con lo que sucede en escena,  puedo estar fuera. Pero si no tengo esa  certeza, prefiero estar dentro, para resolver  puntuales problemas durante las  presentaciones.

Yo la verdad es que no soy un  buen intérprete de mis obras; no puedo  serlo, porque cuando bailo estoy  pendiente de todo. Ahora mismo en  Médula siento que puedo comenzar  a salir del escenario. Son bailarines  jóvenes, pero les he dado un buen  empujón y están tomando confianza.  Llegará el momento en que estaré  completamente seguro y podré sentarme  a ver las piezas desde afuera.

Vives en Guantánamo, una ciudad  importante para la danza cubana,  pero muy lejana del principal  centro cultural cubano, La Habana.  ¿Por qué insistes en vivir y crear allí,  después de tantos premios y supongo  que invitaciones y propuestas? 

Guantánamo me ofrece mucha  tranquilidad. Es un lugar hasta cierto  punto apacible, donde la gente no  vive abrumada por tantas cosas a la  vez. Puedo centrarme en mi trabajo.

¿Cómo te ves, cómo te sueñas dentro  de 20 años? 

Dentro de 20 años yo quisiera estar  vivo. Quisiera también que no me  vieran como un joven loco, aunque estoy  convencido de que me verán como  un viejo loco.

¿Te molesta que te vean como un  loco?

La verdad es que no, siempre y  cuando estén conscientes de que este  loco puede ofrecer una obra cuerda.  Esa “locura”, mezclada con el trabajo  y la poesía, da como resultado una  obra interesante.

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