Cuando el pitcheo de relevo no responde los partidos llevan al infarto. Y así sucedió con la selección cubana ante Puerto Rico en su tercera presentación del torneo Premier 12, pues su triunfo 8-7 en 10 entradas provocó más de un dolor en el miocardio a miles de aficionados.
El juego había transcurrido con el dominio más relajado para nuestra formación desde que pisó suelo taipeiano, pues desde el mismo primer inning tomaron la delantera gracias a triple del inicialista Alexander Malleta con Yordan Manduley y Alfredo Despaigne en bases por hit y boleto, respectivamente.
Otra vez Malleta fue esencial en las dos carreras del cuarto episodio, al abrir con su segundo indiscutible de la jornada, dejar la escena lista para doble de Yosvani Alarcón y fly de sacrificio de Stayler Hernández, en tanto Yunieski Gurriel impulsó la cuarta para los antillanos con imparable al jardín central.
Si bien el abridor cubano Freddy Asiel Álvarez no se presentó con su acostumbrada velocidad, su bola de rompimiento y una buena defensa le permitieron soltar todas las amenazas de los boricuas en 6,2 entradas de actuación, en las cuales aceptó dos anotaciones y cinco hits (uno de ellos jonrón de Aldo Méndez), al tiempo que ponchó cinco y regaló tres bases por bolas.
La pizarra se ampliaría a cuenta gotas por Cuba en el quinto, sexto y octavo episodio, con remolques para Alfredo Despaigne (cuadrangular a mitad del encuentro) y de nuevo para el mayor de los Gurriel. Por cierto, fue la primera vez que en un equipo nacional son titulares tres hermanos y en el caso del jardinero central tuvo una fecha de lujo con tres impulsadas.
En la clásica hora de recoger los bates —noveno episodio— y con score 7-2 sobrevino entonces la revelación puertorriqueña ante los cerrados Yunier Cano y Héctor Mendoza, a quienes le fabricaron racimo de cinco carreras para forzar un extrainning, definido por la Regla IBAF, en el cual resultó decisivo una rolata de Yasiel Santoya por primera, en la que no fructificó el doble play y permitió la anotación de la victoria.
Moralejas del partido:
– De las tres alineaciones presentadas en los tres juegos es la más estable y balanceada, porque aprovecha las virtudes de cada jugador, aunque el mayor de los Gurriel parece ser mejor hombre proa que su hermano más pequeño.
– El corrido de las bases no puede ser tan motivado por el espíritu y el corazón. Se impone un mejor trabajo de los coach. Rudy Reyes jamás podía haber anotado en el segundo episodio desde primera con doble de Lourdes; como tampoco Yunieski llegaría quieto a segunda en el cuarto con imparable al centro.
– En un torneo de tanta paridad y a partir de la inexperiencia de algunos cambios, darle descanso a los titulares con ventaja de cinco carreras demostró no ser aconsejable. Ojalá lo entendamos de una vez y por todas.
– Nuestros dos cerradores veloces, Cano y Mendoza, tuvieron problemas en sus estrenos porque intentaron usar sus mejores armas en un conteo favorable al bateador. Y eso es previsible y se castiga en cualquier béisbol.
– El despertar de Alfredo Despaigne con su enorme vuelacerca es alentador. Como también es aplaudible que fuera él quien pudiera definir en el 10 capítulo. Su fly de sacrificio para llevar a Manduley a tercera cuenta. Y mucho.
– Victoria con susto equivale a revisar cada una de las cosas que salió mal. Que la clasificación a la siguiente ronda no nos obnubile.
Alineaciones abridoras:
Puerto Rico: 1.Jay González (cf). 2.Jack López (ss). 3.Richard Thon (2b). 4. Juan Silva (lf). 5. Omir Santos (r). 6. Aldo Méndez (rf). 7.Jorge Jiménez (1b). 8. Yasam Arbelo (bd) 9.Alexis Pantoja (3b).
Cuba: 1.Lourdes Y. Gurriel (lf). 2.Yordan Manduley (ss). 3.Yulieski Gurriel (3b). 4.Alfredo Despaigne (bd). 5.Alexander Malleta (1b). 6.Yosvany Alarcón (r). 7.Stayler Hernández (rf). 8.Rudy Reyes (2b). 9.Yunieski Gurriel (cf).
