El importe recaudado por concepto de la contribución consciente y voluntaria de los trabajadores y de la sociedad civil cubanos a la defensa sobrepasa todos los años los 50 millones de pesos en el país, los cuales son entregados por la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) al Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, que rinde cuenta sobre su empleo periódicamente al consejo nacional de la organización obrera.
Elena Chagues Leyva, secretaria general de la CTC en la provincia de Las Tunas, comentó que esas entregas monetarias son de vital importancia para sufragar algunos de los gastos asociados a la preparación de la defensa territorial, movilizaciones sistemáticas de los milicianos, otros actores del sistema defensivo en escuelas, ejercicios militares, así como en tareas de la Defensa Civil.
“Ese aporte voluntario y consciente de los trabajadores a la defensa de la Patria tiene su origen en la práctica martiana. Nuestro Apóstol acudió a los tabaqueros cubanos, radicados en Tampa, Cayo Hueso y la Florida, para recaudar fondos que contribuyeron a la preparación de la Guerra Necesaria y la de 1895”, enfatiza Elena.
“Ahí están las raíces históricas de ese acto de altruismo que todavía conserva sus esencias, y las mantendrá mientras no cesen los peligros y las amenazas a nuestra nación.
“La defensa de la Revolución continúa entre las prioridades del movimiento obrero cubano, por lo que ha significado para su pueblo”, explica la dirigente sindical.
Uno de los objetivos aprobados por el XX Congreso de la CTC refrenda la necesidad de actualizar la política para la contribución que se hace por el Día de la Patria…
Así es y como resultado de diferentes inquietudes planteadas en ese sentido, la CTC Nacional creó una comisión temporal encargada de analizar el tema y elaborar cambios en la política trazada, a partir de la identificación de las tendencias reiteradas en los planteamientos y las propuestas de modificación recogidas entre los trabajadores.
Del estudio surgieron proyecciones que tienen como objetivo perfeccionar este proceso de participación popular, por su carácter político-ideológico, y su influencia en la formación de valores patrióticos y revolucionarios.
¿Cuáles son los cambios que experimenta la nueva concepción?
Los cambios parten de la decisión de ratificar la importancia de esta colaboración voluntaria y consciente de los trabajadores; y, en lo fundamental, consiste en denominar al movimiento desde el año 2016 como Mi aporte a la Patria y despojarlo de las improvisaciones que lastran su contenido político y patriótico; por lo que la CTC ha orientado flexibilizar el aporte, de manera que el mismo se realice desde el compromiso individual, en la cuantía y etapas que fije el trabajador, sin establecer cantidades preconcebidas.
¿Qué espera la CTC de estas modificaciones?
Que los sindicatos asuman el proceso de compromiso con el rigor que exigen las nuevas circunstancias; sin formalismos, en contacto directo, personalizado con sus afiliados; y que toda la sociedad interiorice la trascendencia de esta aportación que permite sufragar parte de los gastos en que se incurren en las tareas de preparación para la defensa y en otras que mitigan riesgos ante el azote de fenómenos naturales, cuyas ocurrencias son cada vez más frecuentes.