Siempre que enfrenta un nuevo proceso de rendición de cuenta –y ya son muchos- confiesa le sucede lo mismo, el nerviosismo inicial, el revisar una y otra vez el informe que de su labor rendirá a quienes lo eligieron, el buchito de café antes de iniciar la asamblea.
Él es Orlando Lara Ramírez, pero por ese nombre nadie lo conoce y sí por el de Tony Lara, un guantanamero que siente el sano orgullo de ser el único delegado de circunscripción en activo desde la fundación de los órganos locales del Poder Popular en la provincia en 1976.
De sus más de seis década de vida lleva casi cuatro en la voluntaria, compleja y noble tarea de representar a sus electores en el consejo popular Felicidad, de Yateras.
Tony confiesa ser “un guajirito nacido en el intrincado barrio de El Mosquito, a quien la Revolución, como a muchos, lo salvo de un futuro incierto de miserias y enfermedades”.
De trato afable y hablar campechano, es una de esas personas con quien conversar resulta una experiencia agradable, pero compleja si se realiza en su casa; pues de vez en vez el diálogo debe interrumpirse por electores suyos que llegan a plantearle una inquietud o en busca de la orientación oportuna, razón por la cual en las recientes elecciones acaban nuevamente de reelegirlo como su delegado para que los represente en la Asamblea Municipal del Poder Popular.
“Es imposible cumplir por tantos años la tarea de delegado si no se posee una alta dosis de humanismo que permita sentir los problemas de sus electores como suyos. La mayor felicidad es cuando uno con su gestión contribuye a resolver determinada problemática”, expresó.
Al preguntársele por los momentos más difíciles en estos años, Tony Lara asegura ponerse muy tenso cuando tiene que enfrentar un proceso de rendición de cuenta.
“Imagínese periodista que desde la fundación de los órganos del Poder Popular he enfrentado todos los procesos de rendición de cuenta, que si no es récord es un buen average, y todavía me pongo nervioso. Se requiere de una gran cuota de preparación para poder explicar el resultado de tu gestión. A las personas hay que hablarles clarito de los problemas que existen y si es posible o no su solución.
“No se puede ir a improvisar a una reunión con el pueblo, y menos ahora, cuando donde quiera hay un televisor o una computadora, teléfonos celulares, y la gente sabe lo que pasa en su país y en el mundo. El respeto a tus electores y su confianza comienzan a ganarse con la preparación que se hace para enfrentar una asamblea”.
Tony, a quien por sus méritos la Asamblea Provincial del Poder Popular le entregó este año, junto con los Héroes de la República de Cuba, Ramón Espinosa Martín, Samuel Rodiles Planas y Antonio Guerrero, el Cemí de Gran Tierra de Maisí, máximo símbolo de Guantánamo, siente como mayor satisfacción “el haber contribuido modestamente al crecimiento económico-social de mi Yateras natal y el pueblo de Felicidad, aquel asentamiento de unas pocas casas, una bodega y una vieja planta eléctrica; y que es hoy una comunidad serrana fruto de la obra revolucionaria.
“Ser delegado de circunscripción no es fácil, pero alguien tiene que cumplir esta tarea de servirle al pueblo que nos eligió y confía”.