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Transportistas santiagueros: por cuenta propia y del sindicato

pF1 “Hay que potenciar mayores vínculos entre los no estatales, la  CTC y sus sindicatos”, dice René Berenger. Foto: Betty Beatón Ruiz
pF1 “Hay que potenciar mayores vínculos entre los no estatales, la CTC y sus sindicatos”, dice René Berenger. Foto: Betty Beatón Ruiz

 

En el amplio espectro de la actividad del transporte  en la suroriental provincia de Santiago de Cuba los  trabajadores por cuenta propia no pasan inadvertidos,  se  hacen  notar  por  lo  que  representan  en  el  ir    y  venir  de  personas,  por  el  continuo  crecimiento,  y  por  el  apego  que  demuestran  al  quehacer  sindical.

Según confirmación de René Berenger Rivera,  miembro  del  secretariado  provincial  de  la    CTC,   de  los  mil  817  transportistas  que  laboran    por  cuenta  propia  sin  vínculo  laboral  estatal,  el    82,4  % forma  parte  de  esa  organización,  un  indicador  que  si  bien  se  ubica  por  debajo  de  la  media  del  territorio  en  cuanto  a la  afiliación  de  los    no  estatales  (87,2  %)  se  torna  reflejo  del  interés    de  sumar  a las  filas  sindicales  a esta  importante    fuerza  laboral.

Cocheros, camioneros, motoristas, conductores  de autos ligeros, de bicitaxis, ayudantes, incluso  especialistas de la rama automotriz, se agrupan  en 40 secciones de base, unas con mejor desempeño  que otras, pero todas, a juicio del propio directivo,  pugnando por afiliar más, y por representar mejor  a cada uno de sus miembros.

Llegar hasta algunas de ellas para conocer sus  interioridades y sacar a la luz avances y tropiezos  fue el empeño de Trabajadores, entorpecido por la  indiferencia con la que autoridades del sindicato  del ramo en la provincia asumieron las intenciones  de este órgano oficial de la CTC; no obstante, y es  sin duda lo más trascendente, la voz de los protagonistas  se  hizo  escuchar.

 

Directivos del aeropuerto y cuentapropistas que allí trabajan mantienen intercambios mutuamente enriquecedores. Foto: Betty Beatón Ruiz

 

 De que se puede, se puede

Los transportistas no estatales del serrano municipio  de  Segundo  Frente  saben  de  caminos  empinados,  polvorientos  y surcados  de  baches,  tienen  que      trasladar  a pasajeros  de  Mayarí  Arriba  a Cañada    amarilla,  de  allí  a Tumba  Siete,  o a Soledad,  incluso  a Bayate,  en  Guantánamo…

Lo cierto es que con el mismo ímpetu que echan  por tierra impedimentos de esta índole para mantener  el  servicio,  se  suman  al  movimiento  sindical,    en  el  cual  se  agrupan  hoy  los  129  inscriptos  para    ejercer  esta  actividad  en  el  territorio  mayaricero.  En opinión de Odalis Matos Calzadilla, miembro  del  secretariado  municipal  de  la  CTC  en  Segundo  Frente,  la  cifra  es  el  resultado  de  un  diálogo    personalizado  con  cada  hombre  y mujer,  no  solo  en    el  sector  del  Transporte,  sino  en  todos,  pues  el  ciento  por  ciento  de  los  643  cuentapropistas  de  Segundo    Frente  sin  vínculo  laboral  estatal  están  sindicalizados.

El valor de aglutinarse en torno a la organización  se  aquilata  con  el  paso  del  tiempo,  así  lo  aseguran  Eliomilde  Nieves  Rojas  y Luis  Enrique  Pérez Basulto, al frente de sendas secciones de base de  cocheros y camioneros, respectivamente.

Ambos coinciden en el respaldo que significa  tener un espacio para estar unidos, encauzar dudas,  cumplir  deberes  y exigir  lo  que  consideran  sus    derechos,  “en  eso  radica  nuestra  gestión  de  representación”,  asegura  Eliomilde.

“Las tareas sindicales las llevamos sin problemas,  y en  estos  momentos  nos  centramos,  con  el    apoyo  de  la  CTC,  en  exponer  donde  sea  necesario,    las  inquietudes  más  comunes  de  los  afiliados”,  confirma  Luis  Enrique.

Entre estos figuran que se valore la reducción de  la cuota impositiva mensual, teniendo en cuenta las  peculiaridades de Segundo Frente, la urgencia de  facilitar el acceso a recursos imprescindibles para el  ejercicio de la actividad, y ciertas flexibilizaciones  en el pago de la contribución a la seguridad social.

“Y algo muy importante, un actuar más enérgico  y efectivo  del  cuerpo  de  inspectores  contra  los    ilegales”,  enfatiza  Aroldo  Álvarez  Reyes,  un  motorista  que  combina  armónicamente  su  empleo  en  el    policlínico  mayaricero  con  su  trabajo  no  estatal.

Entre aire y tierra

En el aeropuerto internacional Antonio Maceo de  la ciudad de Santiago de Cuba los 17 afiliados a  la sección sindical de cuentapropistas destacan a  ojos vista y no precisamente por tener credencial  identificativa, logotipo en sus vehículos, o parqueo  diferenciado; ni siquiera por la disciplina y deferencia  a la  hora  de  gestionar  clientes,  sino  por  la    manera  de  involucrarse  y  participar  en  el  quehacer    de  la  instalación  donde  laboran.

Cada uno de ellos, Fernando, Aurelio, Juan Ramón,  Alfredo,  Luis,  Isbel,  Mario,  Jorge,  Rey…  tienen mil historias que contar, matizadas por el interés  que  los  mueve  hacia  el  sindicato.

“Es algo que va con uno, dice Jorge Ferrer;  tiempo atrás fuimos trabajadores estatales y sabemos  de  la  historia  y de  lo  que  representa  el    movimiento  sindical,  por  eso,  aunque  en  muchas    ocasiones  nos  hemos  sentido  desatendidos  por    parte  de  las  estructuras  correspondientes,  queremos  y creemos  en  el  sindicato  y no  vamos  a renunciar  a él”.

De hechos, más que de palabras, estos hombres  lo demuestran, según confirma Fernando Rodríguez   al  enumerar  algunos  de  los  aportes  que  más    enorgullecen  a este  grupo  de  cuentapropistas.

“Asistimos  masivamente a los trabajos voluntarios  convocados,  cuando  el  huracán  Sandy  unimos    fuerzas  con  los  compañeros  de  aquí  para  recuperar  el  aeropuerto,  apoyamos  piqueras  de  hospitales,    muchas  veces  gratuitamente,  nuestros  homólogos    de  Holguín  y Guantánamo  han  tomado  experiencias  del  funcionamiento  que  tenemos,  y el  aporte  a  la  cuota  sindical  y al  Día  de  la  Patria  no  falla”.

Este grupo, con Juan Ramón Yáñez, su secretario  general  al  frente,  es  respetado  y tomado  muy  en    cuenta  por  trabajadores  y  directivos  de  la  institución  donde  prestan  servicios.

“Se lo han ganado, asegura el ingeniero Newton  Lobaina Pérez, especialista comercial del Antonio  Maceo, con ellos tenemos relaciones contractuales  pero también vínculos de afecto y camaradería, y  en aras de las mejoras continuas que siempre procuramos  ya  andamos  pensando  en  cómo  lograr  que    se  uniformen”.

Esa idea, más otras aspiraciones que los inquietan,  rondan  el  pensamiento  de  los  afiliados  a  la  sección  sindical  de  trabajadores  no  estatales  del    aeropuerto  santiaguero.

“Hay temas que están pendientes de respuestas,  manifiesta  Juan  Ramón,  uno  es  la  creación  de    facilidades  para  adquirir  piezas  y partes,  incluso    combustible,  además  de  la  urgencia  de  combatir  la    competencia  desleal  que  nos  hacen  aquellos  que  no    tienen  patente”.

Los no estatales del transporte crecen continuamente en Santiago de Cuba, con destaque en la afiliación para el municipio de Segundo Frente. Foto: Yamil Sánchez Aguilar

 

Justamente en la oportuna información, en el  diálogo y el intercambio constante, radica, a juicio  de René Berenger Rivera, el mayor reto del sindicato  en  su  vínculo  con  los  no  estatales.

“Hay que explicar las veces que sean necesarias  el  tratamiento  que  le  da  la  organización  a cada    planteamiento,  demostrarles  a los  afiliados  hasta    dónde  se  han  tramitado  sus  inquietudes,  y cuáles    son  las  que  les  toca  resolver  al  movimiento  sindical    y  cuáles  a los  órganos  de  relación  u otras  instituciones.

“Siempre será enriquecedor ese tú a tú con los  no estatales, por eso apostamos, y en ello está parte  de nuestra misión, mucho más en un sector como el  transporte, decisivo para ese socialismo próspero y  sostenible  al que aspiramos”.

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