Cargando...
La fe del creador para quitarle rigidez a nuestros modos de ver el mundo también sujeta las piezas del ensayo fotográfico que hace casi un mes ocupa las paredes del caserón-sede de la Unión de Artistas y Escritores de Cuba (UNEAC) en Sancti Spíritus.
“En lo que pensamos, nos convertimos”, nació de la pasión del arquitecto trinitario Lázaro Morgado Orellana por las revelaciones espirituales que recibió de una civilización milenaria. “Mi conexión con la India surgió hace 20 años, a través del yoga. No se trata solo de una manera de ejercitarse, ni de meras posturas corporales. El yoga va a lo profundo, a la meditación; propone modos de vida que vale la pena tener en cuenta”, comentó el artista.
Frases de grandes personalidades, entre ellas Mahatma Gandhi, descansan al pie de las fotografías como en un gesto del autor para filosofar con su público mediante la simbiosis texto-imagen. Exquisitos parajes del país asiático atraen la mirada para que una vez puesta en el cuadro, no puedas si no perderte entre el misticismo propio de un país ligado a sus esencias ancestrales.
“A lo largo de la historia hemos definido a la mente como producto de la materia y esta muestra quiere expresar lo contrario: En lo que pensamos, nos convertimos. Esos preceptos llegaron a mí desde esa cultura que está del otro lado del mundo.
“Quise transmitir en mis fotos la visión de que podemos reflexionar acerca de patrones o esquemas asumidos a lo largo de la vida y que descreemos pueden ser cambiados. Esta es una invitación al análisis, sin cuestionamientos, pero con la certeza de que las cosas varían y no podemos encerrarnos en la inflexibilidad de lo preestablecido”, aseguró Morgado Orellana.
Valió el segundo periplo por la India para precipitar su lente sobre símbolos; elementos que, en lo común, cuentan su propia historia. Eso sí, siempre sugiriendo respuestas para descifrar el acertijo que supone una tierra cuyo alter ego proviene de lo ritual.
Según el crítico de arte Luis Rey Yero: “La muestra de cultura india que se presenta al público espirituano a través de la exposición fotográfica, la música, la ejercitación yoga y el arte culinario constituye un acicate para dar a conocer otras esferas imaginarias, distintas a las occidentales, donde la sensualidad erótica, el respeto al ser viviente y la meditación definen su idiosincrasia dentro de una perfecta armonía cósmica”.
Mirar los adentros de un vecino tan lejano, ayudó al artista a cubrir los vacíos y ausencias del espíritu. India transgredió las fronteras para llegar hasta Lázaro Morgado como un personaje “otro” que le muestra, además de las maravillas que cautivaron al resto de la humanidad, las aspiraciones que llegan a concretarse con el poder de nuestras mentes.
“Algunos estudios aseguran que el cerebro en proceso de meditación está en constante cambio; a través de las vibras atraemos lo positivo o lo negativo. Por tanto, este es un mensaje también para que las personas sientan cuánta fuerza interior poseen; en ellos mismos está la capacidad de materializar sus aspiraciones”.
El ensayo fotográfico ya se exhibió en Trinidad y tras la presentación en el salón espirituano, llegará a La Habana. Según el fotógrafo y arquitecto trinitario: “No solo llevaremos la muestra, sino que proyectamos un grupo de actividades colaterales para crear una atmósfera que conduzca al público a identificarse con una cultura antiquísima y que no para de sorprendernos. El evento se prevé para el 26 de enero, a propósito del Día de la República de la India”.
Otra vez el arte nos inocula significados; dibuja caminos desde la subjetividad que volvemos objetiva en cuanto asumimos aquello que apreciamos. Una civilización que respira misterios se nos aparece de cuadro en cuadro para revelarnos, desde cerca, su fascinación inagotable.
