Cuba expondrá ante la comunidad internacional las afectaciones materiales y humanas que sigue provocando el criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la Mayor de las Antillas desde hace más de medio siglo, con la intención de someterla.
El mundo tendrá nuevamente la posibilidad de pronunciarse ante este acto genocida contra un pueblo que decidió librarse del neocoloniaje y emprender un camino independiente, lo que encontró la inmediata oposición de un imperio que casi desde su surgimiento había considerado que nuestro archipiélago estaba destinado a formar parte de la Unión norteamericana.
Como ser señala en el informe que este martes presentará ante la Onu el canciller cubano Bruno Rodríguez, el bloqueo continúa siendo una política absurda y moralmente insostenible, que como reconoció el propio presidente de EE.UU. Barack Obama no ha servido al propósito de doblegar la decisión del pueblo cubano de elegir su sistema político y controlar su futuro, sin embargo durante décadas lo ha sometido a innumerables privaciones y ha entorpecido su desarrollo.
La votación que tendrá lugar hoy en la Onu se producirá en una circunstancia inédita, ya que es la primera desde que el 17 de diciembre se produjo un cambio en el histórico diferendo entre las dos naciones, al anunciarse la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas.
Aunque en Washington y La Habana ondean hoy la bandera de la estrella solitaria y la de las barras y las estrellas en las respectivas embajadas y en su discurso del Estado de la Unión, en enero de este año, el presidente Obama exhortó al Congreso a “iniciar el trabajo de poner fin al embargo”, se ha avanzado muy poco en este terreno, donde es aplicable la frase de “mucho ruido y pocas nueces”, ya que las medidas adoptadas por el mandatario, si bien van por el camino correcto son limitadas e insuficientes, las leyes que sostienen el andamiaje del bloqueo se mantienen inalterables y se ha recrudecido su proyección extraterritorial, al continuarse la imposición de multas millonarias a bancos e instituciones financieras que se han relacionado con Cuba, y aunque ha reconocido su inefectividad, el presidente Obama prorrogó esa política un año más.
El rechazo del mundo a este cerco criminal es prácticamente unánime, y a ello se suma el creciente reclamo a favor de su eliminación en amplios sectores dentro de los propios Estados Unidos, incluso miembros de la Cámara de Representantes y del Senado de ese país han presentado una docena de proyectos de leyes que piden la eliminación del bloqueo o de pilares de esa política.
Esta será la veinticuatro ocasión en que la Asamblea General expresará su voto ante el bloqueo. Como ha venido ocurriendo año tras año, el mundo votará a favor de su levantamiento. Esta reliquia de la guerra fría está condenada a desaparecer.
