A la primera etapa de la 55 Serie Nacional le quedan pocas horas de vida según el calendario oficial, aunque ocho juegos pendientes y tres sellados pesan como espadas de Damocles sobre algunos equipos clasificados o en la lucha por acceder a la siguiente fase. De ahí la importancia de celebrarlos, solo que discrepo en esperar al regreso del Premier 12.
Vayamos por paso para entender la defensa de por qué podemos y debemos efectuar esos partidos que la lluvia impidió realizar en su momento. La composición del equipo Cuba muestra que el conjunto más afectado sería Industriales —ocho azules están en la selección nacional—, pero ellos ya tienen sus 45 pleitos archivados.
Los otros elencos con más peloteros involucrados en la selección nacional, Matanzas (4) y Ciego de Ávila (3), tienen por jugar uno y tres desafíos, respectivamente, los cuales solo pudieran provocar un ligero movimiento en la tabla a la hora de pedir los refuerzos. En el caso de los avileños, que deben topar tres veces con los pinareños, no tienen afectación de sus abridores y una reprogramación entre 29 y 31 se pinta ideal.
En esta misma fecha o hacia los primeros días de noviembre pudieran completarse algunos sellados, pues no es imaginable pensar que equipos sotaneros como Artemisa o Mayabeque se mantendrán entrenando un mes para encuentros que no tienen ninguna trascendencia para ellos. Luego de las últimas derrotas de Cienfuegos, su compromiso con los artemiseños no debe definir nada colectivo, solo estadísticas individuales.
No desconozco los argumentos que esgrimen algunas direcciones de conjuntos para prolongar en el tiempo esos juegos —incluso el Reglamento aprobado los contempló del 26 al 30 de noviembre—, pero un análisis competitivo, económico y realista indica que el refrán popular vuelve a enseñarnos la verdad: “No dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy”.
A todo lo anterior sumo la posibilidad de comenzar a preparar la votación para el Juego de las Estrellas —bien merecido para Las Tunas los días 5 y 6 de diciembre—; así como el estudio de los 40 posibles refuerzos para la segunda etapa, prevista desde el 8 de diciembre y que volverá a interrumpirse del 23 de enero al 10 de febrero por la participación de los Tigres de Roger Machado en la Serie del Caribe, con asiento en República Dominicana.
Lo que va quedando
No por reiterado es importante hablar de que hemos presenciado una temporada con mucha rivalidad —12 formaciones de 16 lucharon hasta el final el avance a la siguiente ronda—, pero de baja calidad en muchos aspectos. Estamos a punto de romper el récord de 43 barridas de las últimas campañas, pues ya archivamos 42, en tanto el promedio de carreras limpias (3,84) y el coeficiente o correlación entre ponches (2 996) y boletos (2 407) sigue siendo preocupante. La defensa de 975 vuelve a ser pobre.
En lo individual, varios nombres ya están en la mente de algunos directores para los refuerzos: Lázaro Ramírez (VCL), Yoandri Urguellés (ART), Maikel Castellanos (SCU), Dunieski Barroso (SSP), con el madero; así como Fredy Asiel Álvarez (VCL), Miguel Lahera (ART), Yamichel Pérez y Yoen Socarrás (SSP) y Alberto Bicet (SCU), desde el box, por solo citar algunos nombres.
Ojalá y estas líneas encuentren oídos receptivos, tanto por los decisores del béisbol cubano como por los protagonistas del espectáculo.
Resultados del domingo: IND-PRI 6-1; IJV-CMG 6-1; MAY-CFG 6-5; MTZ-ART 4-1; SSP-LTU 10-3; VCL- CAV 5-1; GRA-HOL 8-3; GTM-SCU 3-2.
