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Daysi Manzano: Al ritmo del guarapachangueo

Daysi Manzano apuesta siempre por un espectáculo bien cubano. Foto: Eddy Martin
Daysi Manzano apuesta siempre por un espectáculo bien cubano. Foto: Eddy Martin

 

Por Claudia Zurita Delgado

“La versatilidad es lo más importante, es uno de nuestros sellos identitarios”, enfatizó Daysi Manzano, fundadora y directora general del grupo músico-danzario Cubanache, fiel exponente del legado artístico y cultural afrocubano.

Con una prolífica carrera que inició a la edad de 15 años, luego de dejar sus estudios de ballet, Daysi ha transitado por diversos espacios de primerísimo nivel como Raíces Profundas, uno de los conjuntos de culto a las tradiciones yorubas con mayor reconocimiento a nivel mundial; Barrará, compañía de danza folclórica; Los Muñequitos de Matanzas, fiel exponente de la rumba cubana; para después convertirse en modelo figurante en el cabaré Parisien.

“La amistad fue lo que me trajo hasta aquí. En marzo del 2011 tres de mis amigas bailarinas en Raíces… y yo, decidimos unirnos. Inicialmente era un cuarteto vocal: Soy cubana, dirigido por Silvio Carín. Durante las presentaciones descubrimos que podíamos incluir el baile y empezamos a montar coreografías. Tuvimos gran aceptación del público, y permanecimos así. Con el tiempo, Silvio tuvo que salir del país debido a otros compromisos profesionales y quedamos un poco a la deriva.

“En ese momento comenzamos los trámites para pertenecer a la empresa Caricato, pero ahí nos exigían ser una agrupación danzaria. Como en otras ocasiones nos habíamos fusionado con varios músicos para montar algún espectáculo de danza, nos aventuramos a mostrar el proyecto. Nuestra primera presentación fue con una obra llamada La canasta, que incluía vertientes de la música folclórica y contaba la historia de diferentes mujeres que conviven en una tribu. Así nació Cubanache”, explicó la también cantante.

La agrupación está integrada por Carlos Lara (percusión y piano), Raciel Almanza (percusión y clarinete), Onel Matos (percusión y guitarra), Lázaro Banguera (percusión y cantante principal) Gabriel San Luis (percusión y utilero), Jorge López (percusión y trompeta), y las bailarinas y vocalistas Ivón Herrera, Yanaisi Amores, Silvia Dalmau y la propia Daysi, provenientes casi todos de las distintas escuelas de arte del país.

En sus actuaciones –cada noche de sábado en la Casa de la Amistad– convergen la rumba, la chancleta, el son, el francohaitiano, el casino, el chachachá y una variedad de bailes tradicionales que logran llevar a la audiencia en un viaje a través del tiempo por la rica cultura caribeña.

En cada puesta en escena el grupo fusiona lo mejor de la música popular cubana. Foto: Eddy Martin

 

“A la gente le gusta el guarapachangueo, y eso estamos haciendo. Hay una parte del espectáculo donde los músicos se desdoblan, dejan a un lado los tambores, y cada cual agarra el piano, la trompeta, el güiro, el bajo, y comenzamos a hacer música tradicional cubana. Aunque en esencia somos una agrupación folclórica, incluimos casi todos estos géneros. Nos atrevemos a hacer fusión y las personas lo agradecen mucho.

“Siempre —agregó— he defendido nuestras raíces. Me siento muy cubana. Cuando salgo de viaje al extranjero no veo la hora de regresar. Es mi manera de vivir, de ser. Soy muy campechana. Me encantan el campo, las palmas, volver a la tierra. Toda esa energía trato de transmitirla”.

Temas emblemáticos como El punto cubano, Soy cubano, La guantanamera, El cuarto de Tula y Lágrimas negras figuran en el cancionero de Cubanache. A decir de su directora tienen el firme propósito de perpetuar la cubanidad, y traer a nuestro tiempo las canciones de antaño con un toque nuevo, que asegure el disfrute de las actuales generaciones.

“El proceso creativo está a cargo de todos. Cada cual tiene libertad de expresar sus deseos, de sacar su yo interior. Después realizamos un arduo trabajo de mesa para la selección de los temas de forma unánime. Entonces Carlos hace los arreglos musicales, mientras Yanaisi y yo montamos las coreografías, siempre respetando la opinión de todos”, dijo.

El grupo cuenta también con una peña fija los cuartos viernes de cada mes, en el local de los Alacranes (San Salvador, entre Arzobispo y Cepero, en el Cerro, La Habana) a las seis de la tarde. Este proyecto, uno de los más significativos para sus integrantes, potencia el trabajo con la comunidad y permite que personas de bajos recursos tengan acceso a este espectáculo de forma gratuita.

“Todos nuestros músicos, cantantes y bailarines están preparados para dar clases. Nuestro sueño más próximo es tener dentro de la agrupación una academia de danza y percusión, con el propósito de formar a la vanguardia artística y transmitirles a ellos todo nuestro aprendizaje durante estos años. Esto sería muy lindo y provechoso”, concluyó.

Foto: Eddy Martin
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