Cada integración de un equipo Cuba deja insatisfacciones sobre los peloteros que pudieron estar y no son convocados; levanta criterios sobre la estrategia a utilizar con ellos y asoma un número creciente de directores de gradas que hubieran escogidos otros nombres.
Dada la ausencia de una conferencia de prensa para abordar la integración de los 28 peloteros y cinco reservas de cara al Premier 12, nadie mejor que su director, Víctor Mesa, quien vuelve al puesto de timonel tras su cuestionada ausencia en los Juegos Panamericanos de Toronto y la victoria en el torneo de Rotterdam.
Con el respeto que siempre ofrece el criterio técnico le pregunto por las virtudes y debilidades de una formación en la que solo repiten seis jugadores del Clásico del 2013 y ocho peloteros integran por vez primera una selección a un torneo de máximo nivel.
“Es un equipo que tiene claro sus objetivos: llegar a Japón, discutir la semifinal y pelear el oro. No será un torneo fácil porque las nóminas están llenas de profesionales y los asiáticos se han preparado muy bien y sus ligas acaban de terminar. Me hubiera gustado topar más con ellos —solo habrá dos partidos contra Sudcorea— porque los juegos entre nosotros no definen mucho.
“Se puede decir que es una selección rápida, con Yosvani Alarcón, Stayler Hernández, Yurisbel Gracial, Yulieski Gurriel, Julio Pablo Martínez y otros, pero tenemos pocos robadores de base y habrá que producir carreras con la mayor cantidad de variantes posibles. Pretendo probar una alineación contra zurdos y otra para derechos, aunque todos los jugadores tienen que estar listos para salir”.
Voy directo a las tres ausencias que considero más elementales. “Sobre Vladimir García reitero que no lo hemos visto bien en sus últimas salidas internacionales (la más reciente fue en Colombia) y aunque ha tenido un buen rendimiento en la Serie Nacional pesó mucho eso. En el caso de José Adolis García es un pelotero muy talentoso, con cosas por mejorar y que nos hubiera gustado en el equipo si no exigieran 13 pítchers. Con respecto a los lanzadores zurdos, es verdad que queríamos un cuarto, pero ni Wilber Pérez, Leandro Martínez y Ulfrido García cumplían los parámetros técnicos que aspirábamos, sobre todo en la velocidad”.
Le animo entonces a comentar sobre Guillermo Avilés, ubicado en la reserva ahora. “Nos encajaba como inicialista, no de jardinero. Se lo dijimos a su provincia para que valoren su utilización en esa base, en la cual nos hacen falta jugadores como él”.
Lejos de una alineación definitiva pregunto sobre ideas iniciales. “El receptor abridor puede ser Osvaldo Vázquez, con Alarcón como designado. Hay posiciones claras: Yulieski en tercera, Despaigne en los jardines o designado. Del resto, incluido los lanzadores abridores, prefiero esperar, aunque por vez primera llevamos tres relevistas o cerradores claves: Yunier Cano, José Ángel García y Héctor Mendoza”.
No podía faltar la pregunta sobre lo que implica este regreso a un puesto que inicialmente le habían confiado por cuatro años (2013-2017). “Eso era lo que me habían dicho, pero decidieron otra cosa para Toronto, a pesar de ganar los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz. Si hubiera ido a Toronto muchos peloteros que hoy están en discusión podían haber tenido la oportunidad. Estaré al frente del equipo Cuba hasta el Clásico 2017 si así lo consideran las autoridades deportivas. Algo sí reitero, yo soy un hombre de béisbol”.
Dejo los minutos finales para abordar la actuación de Matanzas en la actual temporada y los problemas para su clasificación. “No pensé que la ausencia de un impulsador como Yadier Hernández (desertó este año) se fuera a sentir tanto. Hemos dejado muchos corredores en base y nos ha costado varias derrotas. No obstante, estamos vivos y lucharemos por el boleto hasta el último juego. Aprovecho para decir que estaré en Matanzas hasta que pueda aportar y se considere que soy útil allí”.