Que la carga contaminante en la cuenca del río Zaza haya descendido solo un 0.63 %, en comparación con el pasado año, resulta una visible señal de alerta. El área que circunscribe a ocho municipios de las provincias Villa Clara y Sancti Spíritus, constituye un objetivo de atención para el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) por el gran volumen de agua que contiene y su posición estratégica.
Desde hace un tiempo en territorio espirituano extreman medidas para el cuidado de ese punto en el cual nace el segundo río más importante de la isla, después del Cauto. Sin embargo, las providencias aún no llevan a los efectos esperados:
“Cerca del 63 % de los daños provienen de las viviendas ubicadas en la cuenca. Por distintos afluentes llegan heces humanas y de animales, así como residuos de sustancias empleadas en la limpieza doméstica, tales como detergentes, desinfectantes, solventes…entre otros. Arreciaremos el control y las sanciones irán más allá de las multas, pues obligará a los propietarios a comprometerse en pos de soluciones”, alertó Néstor Álvarez Cruz, jefe de brigada de la Unidad de Medio Amiente de la delegación provincial del CITMA.
Además de los desechos que llegan desde unos 170 asentamientos ubicados en el área, algunas empresas también devienen focos contaminantes. El Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus y la Refinería Sergio Soto, de Cabaiguán aún no establecen sistemas de tratamiento de residuales adecuados.
Sin embargo, autoridades del gobierno reconocen que algunas empresas adoptaron un grupo de medidas para contrarrestar sus propios desechos; entre ellas las UEB Cacahual y Tamarindo. La reparación de colectoras del residual líquido que va hasta las lagunas y la realización de biodigestores resultaron iniciativas aplicadas en las mencionadas entidades.
El Ministerio de la Agricultura también mostró interés en reducir factores contaminantes en la cuenca; para ello ampliará las capacidades de tratamiento de desechos en cooperativas ubicadas aguas arribas de fuentes que abastecen a los pobladores; tal es el caso de las 13 de Marzo y 10 de Octubre de Cabaiguán. También fuerzas de la empresa Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro limpiaron los canales de desagüe para mejorar el flujo de agua hacia la costa. Por su parte, la UEB Melanio Hernández mejoró los drenajes de pluviales y en el central Uruguay trabajan en una laguna de ácidos para atenuar la contaminación y acrecentar la eficiencia del sistema.
El cuidado de la cuenca perteneciente al mayor embalse del país resulta prioritario para las autoridades, por lo que continúan las acciones para eliminar unas 168 ilegalidades cometidas en ese espacio y que pueden dañar tan vital entorno.