El minimosca Johanys Argilagos y el mediano Arlen López firmaron coronas en el XVIII Campeonato Mundial de Boxeo de la AIBA, cuya primera cartelera final aconteció este miércoles en Doha, Catar, y dejó a Cuba como indiscutible ganadora del evento.
Argilagos se impuso por votación unánime de los jueces sobre el ruso Vasilii Egorov (30-27, 30-27, 30-27), y lo mismo hizo Arlen sobre el azerí Bektemir Melikuziev (29-28, 29-28, 29-28).
Nuestro representante en los 49 kg dominó una pelea trepidante, en la cual ambos contrincantes tiraron todo el tiempo y mostraron amplias reservas físicas. El primer asalto fue quizás el más intenso de todos, pero el camagüeyano no sólo logró los más claros golpes, sino que se cubrió y esquivó muy bien los ataques de su oponente.
En la siguiente manga se mantuvo el intercambio y otra vez salió mejor el caribeño, como premio a su velocidad de brazos y piernas, y la exactitud de sus piñazos sobre el rostro del europeo.
En el tercer período la estrategia del nuestro fue pelear desde afuera y a la riposta, de lo cual volvió a sacar ventaja. La victoria de Argilagos se vio adornada por su seguridad y personalidad sobre el ring, algo muy destacable debido a sus apenas 18 años de edad.
La presentación del guantanamero López tuvo alto brillo igualmente, buscando todo el tiempo a su rival, peleando de izquierda y derecha, y castigando a un hombre que no enseñó reservas físicas suficientes.
No obstante, los señores de blanco vieron perder al antillano el último asalto, un fallo polémico que apenas sirvió para maquillar la superioridad mostrada sobre el encerado.
En la otra final con presencia de cubanos, el crucero Erislandi Savón no pudo asaltar la gloria, víctima del ruso Evgeny Tishchenko, quien se llevó votaciones de 30-27, 29-28 y 29-28.
El guantanamero tuvo un primer round discreto, pese a lograr algunos golpes de calidad, y aunque elevó su nivel en los siguientes no se ganó el favor de los jueces.
A la distancia es imposible sacar conclusiones, pero cierta falta de explosividad de Savón durante el pleito podría significar que su mano se ha vuelto a resentir. Pero bueno, esa es apenas una hipótesis que no podremos verificar hasta el regreso del equipo. Lo cierto es que Tishchencko sacó ventaja en el cotejo, tiró mejor con sus dos brazos e impuso la media distancia que sin dudas le beneficiaba.
Para Savón, en su cuarto certamen del orbe, queda esta medalla de plata (primer premio a este nivel) y la deuda de la clasificación olímpica que sí pudo saldar Tishchenko.
Este jueves, en la segunda cartelera final, nuestro país dependerá de los bicampeones del orbe Lázaro Álvarez (60 kg) y Julio César La Cruz (81 kg), así como del bronceado de hace dos años Yosbany Veitía (52 kg).
En juego estarán sobre todo los premios individuales, pues la cima del evento es para Cuba sin discusión, toda vez que Uzbekistán ya vio perder a sus tres finalistas; Rusia terminó con balance de dos oros y una plata; y Azerbaiyán solo podría sumar este jueves dos títulos.