“Ante todo —dijo— ese es el momento en que con respeto y transparencia me presento a mis electores para darles a conocer las gestiones realizadas en función de solucionar las dificultades que domino a través de los planteamientos. Hay que llegar a la población con la verdad, y muchas veces eso resulta difícil, pues no solo depende de nuestro trabajo.
“Como delegada desde que termina un proceso me voy preparando para el próximo, teniendo presentes todas las opiniones de los electores, a quienes en ocasiones también movilizo para solucionar situaciones puntuales.
“Ahora, cuando prácticamente las rendiciones ya están ahí, consulto los documentos rectores, sobre todo la Ley 91 de los Consejos Populares y la Constitución de la República; actualizo el diagnóstico de áreas y circunscripciones, no solo mediante los recorridos que realizo y los diálogos con los vecinos, sino además participo en las reuniones de los factores, donde escucho los criterios y preocupaciones.
“Y algo muy importante es que a cada área le entrego con tiempo suficiente los cronogramas de las asambleas, con todos los detalles (lugar, hora), a fin de alcanzar una movilización satisfactoria y una participación popular activa”, subrayó Mayra Fariñas.