Pinar del Río ha sido reconocida como la provincia más integral en el tiro con arco en los últimos cuatro años. En el 2015 —la página más reciente de ese cuaderno de logros— los arqueros de la occidental provincia reinaron en las categorías escolar y juvenil, y finalizaron terceros en la de adultos.
Se trata de una modalidad practicada en el territorio desde hace bastante tiempo, cuando aún formaba parte del área de recreación. Ha tenido como punto central a la ciudad cabecera, pero también posee expresiones en municipios como La Palma y Minas de Matahambre.
Alcanzar resultados destacados con arco y flecha en mano implica superar disímiles obstáculos, sobre todo en nuestro contexto. Sucede que no es una disciplina popular, los interesados parten como regla de cero conocimiento; requieren un equipamiento costoso, campos de tiro escasos y una fuerza técnica que tampoco se haya por doquier.
Sin embargo, dedicación, ingenio y amor han hecho florecer a no pocos “discípulos de Robin Hood” en la tierra pinareña, y en ello mucho ha tenido que ver la labor de la Eide Ormani Arenado, una institución fundada en 1979 y que acoge actualmente a 900 atletas de 34 deportes.
Cuatro entrenadores y un armero se encargan de atender en estos momentos a los 18 tiradores allí matriculados (13-15 y 16-18 años), pero llegan más lejos mediante acciones que garantizan la reserva deportiva, como el certamen provincial 11-12 años, que cuenta con tres fases eliminatorias y una final; y el proyecto Roberto Amarán, que atiende a niños más pequeños durante varias tardes a la semana en la propia escuela.
Los profesores Israel Gómez González y Jesús Alejandro Martínez de Armas, este último también comisionado provincial, laboraban el día de nuestra visita al centro escolar y ofrecieron sus pareceres. Mientras los alumnos cumplían ejercicios físicos generales en una instalación edificada con muchísimo esfuerzo hace algunos años, escuchamos ideas nacidas de la experiencia y el sudor.
“El tiro con arco exige sistematicidad, entrenar a diario, hacer la técnica incluso sin el implemento, utilizando la liga o un cordón. Casi todos los recursos que poseemos los hemos traído al regreso de las misiones en el exterior, comprados con nuestro dinero. Así se han logrado estos resultados, en situaciones muy difíciles”, comentó Israel calmadamente, orgulloso de lo hecho hasta ahora.
Sin embargo, la falta de cartón para reparar las rústicas dianas, y de flechas y patas adecuadas para arqueros juveniles que ejecutan largas tensiones, son fenómenos que golpean con sistematicidad.
Pero ante ello la respuesta ha sido buscar alternativas que motiven a los alumnos, entre ellas la realización de juegos, la mejora de los implementos, la revisión de videos, el aprendizaje de la historia de este deporte y el recordatorio de las figuras salidas del terruño hacia la selección nacional.
En ese caso destaca ahora mismo el prometedor Hugo Franco, a quien acompañan en el equipo las jovencitas Rosangel Sainz y Orquídea Quesada, en tanto Osmel Sánchez se prepara en la academia de Sancti Spíritus, que sirve de base al plantel principal del país.
A eso y más aspiran Liduveinys Sierra, Lianet Laborde, Lisseth Hernández, Yanara Pereda, Jenny Sánchez, Jorge Lázaro Blanco, Osmani Somonte, José Raúl González y el resto de los arqueros de la Eide Ormani Arenado.
De ese grupo destacan, sin duda, Liduveinys, Lianet y Jorge Lázaro. La primera conquistó siete títulos y cuatro récords en los pasados juegos escolares nacionales, y tiró sobre los mil 300 puntos en la Vuelta FITA con apenas 13 años. La segunda alcanzó dos oros y un bronce en la cita para juveniles, mientras que el chico fue monarca del país hace dos años en la categoría 13-15.
El profesor Jesús Alejandro considera que todos o algunos de estos talentos ya debieron ser promovidos a instancias superiores, aunque reconoció el interés de la comisión nacional en trabajar con ellos. Finalmente ratificó el compromiso de su colectivo técnico con seguir cultivando flechas doradas en la tierra más verde de Cuba.
