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Para desgranar la historia de una vida

La historia cubana más reciente, centrada en la lucha contra la tiranía batistiana, aun encierra pasajes desconocidos que, por su trascendencia, merecen ser develados. Solo así será posible reconstruir, en toda su dimensión, un capítulo esencial del devenir histórico de la nación, en su empeño por alcanzar su definitiva independencia.

Todo intento encaminado a tal propósito, merece ser reconocido por constituir un incuestionable aporte en el interés de salvar la memoria histórica de la isla. Como sucede, ahora, con la publicación del libro titulado Alfredo Álvarez Mola: un pequeño gigante (Casa Editora Abril, 2015, 224 pp), de Alfonso Zequeira Motolongo y Alberto Alvariño Atiénzar.

Esta investigación presenta la acción y el pensamiento del camagüeyano Alfredo Álvarez Mola, trabajador bancario, líder sindical, combatiente clandestino, integrante del Ejército Rebelde y miembro de la Columna no. 2 Antonio Maceo —encabezada por el Comandante Camilo Cienfuegos—, quien fue herido, torturado y asesinado por los sicarios batistianos en noviembre de 1958.

En nueve capítulos –sustentados tanto en fuentes documentales como en el testimonios de compañeros, amigos y familiares de Álvarez Mola—, los autores logran un libro que, además de ordenar los hechos vividos por este luchador, descubre pasajes de su existencia hasta ahora no conocidos, para así entregar a los lectores una nítida radiografía del aguerrido revolucionario.

Complementan esta obra, un amplio testimonio gráfico y el diario de Álvarez Mola, fechado entre el 20 de agosto y el 6 de septiembre de 1958, escrito durante los días de la invasión. Un texto, inédito hasta la fecha, revelador de sus convicciones revolucionarias. He aquí una de las anotaciones incluidas en tan esclarecedor testimonio: 

SEPT 6 *  

Inician desde la Concepción la marcha las tropas del Che, después, las nuestras Comandadas por Camilo Cienfuegos.

Los habitantes de este poblado campesino tal vez algún día recuerden que el albor de nuestra libertad se inicio, con la marcha de nuestras tropas por ese lugar, estimo esto así, pues es el momento real en que se inicia a toda marcha la Gloriosa Jornada.

Acampamos muy próximo al límite de Camagüey en un Caserío rural, Santa Ana, donde se nos brindo la hospitalidad acostumbrada, tubimos noticias de que en una arrocera, unos 14 kilómetros hacia el sur estaba acampado el Che.

Partimos todos a caballos por primera vez unos al pelo otros en monturas, pero, a pesar de ello se estimo conveniente el acampar temprano en Santa Rosa, ya que si continuabamos la travesía al pasar el río Jobabo en el límite de la Prov. de Oriente con Camagüey, nos cogian los claros del día en la arrocera del C. Jobabo de unas 300 caballerías y que se encuentra en la provincia de Camagüey.

La investigación inicial que permitió la publicación de Alfredo Alvarez Mola: un pequeño gigante, pertenece a Alfonso Zequeira Motolongo (Camagüey, 1933-2014), contador, vinculado al sector bancario durante cuatro décadas, licenciado y diplomado en Estudios Martianos e Historia de Cuba, profesor universitario y autor de artículos reproducidos en diversas publicaciones.

Luego del fallecimiento de Zequeira Motolongo, Alberto Alvariño Atiénzar (Camagüey, 1944), tipógrafo de oficio, Máster en Historia, Coronel ® de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, ex director de la revista Verde Olivo, con varios libros publicados, prosiguió la investigación, incorporó nuevos testimonios y culminó la redacción definitiva de la obra.

Prestigia esta obra, el prólogo firmado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en que el líder histórico de la Revolución Cubana escribe:

La investigación realizada para conformar esta edición, junto a lo conocido hasta hoy, posibilitó rescatar y desentrañar pasajes y desgranar la historia de una vida ejemplar, que abonó con su sangre el camino hacia la victoria de enero de 1959.

Alfredo Álvarez Mola, consecuente estudioso y predicador del pensamiento de José Martí, hizo suyo el postulado de que «el verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber».

Desde hacía tiempo, él merecía esta obra que convoca a su lectura.

Con la publicación de Alfredo Álvarez Mola: un pequeño gigante, Alfonso Zequeira Motolongo y Alberto Alvariño Atiénzar presentan una obra necesaria, útil, aleccionadora. Un libro que, al contar de la valerosa acción de un hombre y de la convulsa época en que vivió y luchó, contribuye a salvaguardar la memoria histórica de la isla, para así enriquecer la propia historiografía de la nación cubana.

 

* Se respeta la ortografía y la redacción del manuscrito original.

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